Es cierto que estamos atravesando posiblemente una de las mayores crisis económicas que han azotado al país en muchos años, y por seguro la peor que yo haya podido vivir. La agonía se prolonga más de lo deseado en el tiempo, y la situación comienza a tensarse por lo mal que lo están pasando una gran cantidad de españoles. El hambre comienza a apoderarse de las calles, y el trabajo se convierte en ese eslabón perdido en la vida de cualquier ciudadano corriente. Hasta los más poderosos y ricos, aquellos que posiblemente hicieron fortuna en mejores tiempos, ahora echan el cerrojazo a empresas y comercios, agravando aún más esta crisis a la que intentamos sobrevivir, con la recuperación en un futuro muy lejano.
Y como no, el mundo cofrade no iba a ser menos a la hora de sentir esa profunda crisis. Las cofradías son algo costoso, mucho en la mayoría de los casos, ya que dependen de ellos mismos, sin ningún tipo de financiación externa por parte de instituciones públicas o Iglesia. Por tanto, no iban a ser ajenas a esta trágica situación que se atraviesa, notando quizás demasiado esta carencia económica de la que hablamos.
Seguramente las cofradías y hermandades de esta ciudad estén viendo como año tras año la nómina de hermanos baja, no por falta de fe o devoción por sus titulares, sino porque muchos de ellos no se pueden permitir el simple hecho de salir con su hermandad por los gastos que conlleva. Y es que las cuotas de hermano o tarjetas de salida suelen ser bastante asequibles para la mayoría de hermanos de estas corporaciones, pero a eso hay que sumar familias con varios miembros pertenecientes a la misma cofradía, alquiler de hábitos y un largo de etcétera de factores que hacen que a muchas familias les sea imposible seguir ligados a sus filas.
De hecho, hace poco se dio el caso de una cofradía que se negó a asistir a la Maga Mariana el próximo mes de Mayo, alegando razones económicas los motivos de su ausencia. Entra dentro de la lógica, que en los tiempos que corren, haya cofradías que no puedan permitirse salir dos veces en poco más de un mes, por lo tanto, razonable decisión la de La Lanzada al no asistir.
Otro hecho que muestra la situación de esta crisis en el mundo cofrade, es la escasa participación de empresas a la hora de pratocinar actos, carteles, y cualquier tipo de publicidad en la vida cofrade, que aunque nadie piense en ella, era muy importante en un mundo tan falto de financiación como este. Incluso el otro día nos llegó la triste noticia de que uno de los mayores exponentes de la Semana Santa granadina, como es el Bar León, no sacarán cartel este año. Y digo triste, porque el del Bar León no es un cartel cualquiera, siempre sumido en el buen gusto por la fotografía cofrade original y bella, carteles que nunca dejan indiferentes al observador, a diferencia de los muchos que se han estado haciendo en esta ciudad, y que quizás si cuenten aún con una mejor financiación. Durante muchos años he ido coleccionando esas pequeñas obras de arte que en forma de papel pegado a la pared, la familia León nos deja cada Cuaresma, carteles que aún guardo como oro en paño, y que espero pueda enseñar a mis hijos con el paso de los años, pues para mí son muy importantes.
Pero a pesar de los reveses que se reciben en estos extraños tiempos, las cofradías y hermandades se sobreponen a todo ello y se adaptan a los tiempos. Sus bolsas de caridad funcionan ahora más que nunca, y se vuelcan con todos aquellos hermanos que no puedan hacer frente a sus cuotas. No todo va a ser malo, se está trabajando arduamente, y me consta, en ayudar a los más necesitados. Porque las cofradías no sólo tienen como única función sacar los pasos con sus titulares una vez al año. Se están convirtiendo en centros de ayuda para aquellas familias que lo están pasando peor y que necesitan urgentemente de nuestra ayuda, eso también es ser cofradía. Por eso, animar desde aquí a todos aquellos cofrades o no, a acercarse a las cofradías o hermandades a las que pertenecemos y con la que tantos golpes de pecho nos damos, y colaborar con lo que podamos, siempre serán bien recibidos aquellos que ofrecen ayuda a los más necesitados.
Por ello, es imprescindible hacer un llamamiento desde aquí a todo cofrade de esta ciudad o a cualquiera que quiera ayudar, a pasarse por este ensayo solidario llevado a cabo por la comunidad costalera del Realejo, y que podría convertirse en un éxito con la ayuda de todos. Así que si quieres ayudar y pasar un buen rato no te lo pienses, te estaremos esperando.
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