miércoles, 27 de febrero de 2013

CARTEL LA LUZ DEL GUARDABRISAS 2013

Como ya iniciamos la Cuaresma del año pasado, este año seguiremos con la tradición (inexistente) de editar un cartel virtual del blog. Para ello, quiero que seais vosotros, mis queridos lectores, los que elijais la foto que más os gusta de las cuatro que a continuación se exponen, pertenecientes todas ellas a la Semana Santa de 2012. Por lo que, al margen derecho del blog podreis encontrar el lugar donde podreis votar por vuestra favorita. La más votada durante el período de tiempo previsto para ello, será la afortunada de ser el cartel del blog de este año 2013. Ánimo y a disfrutar de la Cuaresma.


FOTO 1
 
 
 
FOTO 2
 
 
 
FOTO 3
 
 
 
FOTO 4
 
 
 
 
 

martes, 26 de febrero de 2013

CULTOS SANTA CENA 2013 (II)

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 25 de febrero de 2013

viernes, 22 de febrero de 2013

EL PARTIDO DE LA SEMANA

Celta de Vigo                                                                             Granada CF

  • Fecha: domingo 24 de febrero
  • Hora: 17:00
  • Estadio: Balaídos.
  • Árbitro: Cesar Muñiz Fernández
  • Competición: 25ª jornada de liga
  • martes, 19 de febrero de 2013

    COFRADE DE A PIE

    En la Semana Santa de nuestra ciudad, existen muchas formas de presenciar los tradicionales desfiles procesionales sin pasar incomodidades, frío o apretujamientos de ningún tipo. Ya no sólo desde casa, acomodado en tu sofá al abrigo de un radiador cercano y con  una cerveza en la mano, sintonizando las cadenas de televisión locales que de mejor o peor forma, retransmiten a diario los puntos más vistosos de cada cofradía. También existen múltiples puntos en el centro de la ciudad (a través del recorrido oficial), en los que poder ver el transcurrir de pasos y cortejos a pie de calle, pero de una forma acomodada, sentado en tu palco, rodeado de familiares y amigos.
     
    Esta última fórmula no está mal, porque se puede presenciar el paso de todas y cada una de las cofradías del día, vivir en directo su transcurrir, y sobre todo, poder hacerlo sentado sin que nadie te empuje o te pise, sin ese fatigable dolor de pies ni mareo continuo entre corridas por callejones para llegar a ver una u otra cofradía. Este sin duda, es el método más señorial de ver la Semana Santa en Granada, sobre todo para el que cuente con algo de sobrante en la cartera.
     
    A pesar de ello, tengo otra forma de entender y ver la Semana Santa en la calle. Soy de los que les gusta ver pasar un paso a ras de acera de un callejón cualquiera, de esos que les gusta que el respiradero le pase rozando el rostro, y empaparme de lo que se cuece bajo esos faldones. Me gusta buscar las cofradías en los lugares más emblemáticos de sus barrios, en rincones quizás no tan poblados de público, pero que guardan en conjunto mucho más encanto que otras calles principales en donde ciertos pasos no lucen tanto.
     
     
    Imagino que este carácter también proviene de lo que he mamado durante muchos años en mi infancia y adolescencia, cuando mochila en mano llena de agua y bocadillos, mi padre nos llevaba a mi madre y a los cuatro hermanos a recorrer callejuelas y plazas donde mejor pudiéramos ver el discurrir de cofradías y pasos, y ya le echaba valor al emprender tan complicada misión. O las interminables horas que  pasábamos al pie de la torre de la Catedral viendo pasar una tras otra en nuestro particular palco, eso sí, sin asientos ni reservados.
     
    Siempre he sido cofrade de calle, de esos que lleva colgando el pinganillo de la oreja, y que con programa en mano va buscando el querer de cada paso en la calle. He sido de los de empaparme del incienso anunciador de cada paso, de observar los cortejos detenidamente y mirar cómo van llorando cera los cirios de la mano de cada nazareno. Soy más de salidas y recogías, de sentir el barrio, de salir a buscar cofradías y no esperarlas postrado en un mismo sitio. Me gusta cómo suena una banda en directo enganchando marchas tras el paso cuando va de regreso.
     
     
    Porque soy de los que piensan que cada cofradía, cada paso, tiene un rincón predilecto en la ciudad en el que brillan por sí solas, en los que se conjugan factores que hace que ese sea el lugar idóneo para ver pasar esa hermandad en concreto. Me gusta escuchar una saeta bajo el balcón del saetero, disfrutar del silencio que se hace en toda una calle para llenarse del sentimiento con un cante. Y qué maravilla cuando esperas a un palio guerrero y te asalta a su paso una lluvia de pétalos interminables que impregnan la calle de un aroma a rosas y clavel, haciendo las delicias del pópulo allí congregado.
     
    Por eso, siempre he preferido ser cofrade de bulla, de los que miran a las imágenes a la cara cuando van de regreso por su barrio. De los que les gusta andar de espaldas esquivando pisotones y empujones ante un misterio que va de largo, o moviéndome al compás de la dulzura que van marcando las caídas de un palio. De esos que al final acaban silbando las marchas que va tocando la banda, mientras ve alejarse el paso. Satisfecho, habiendo cumplido mis sueños.
     
     
    Incluso suelo ser cofrade solitario. Es bastante común, que con mi cámara en mano, me vaya solo a recorrer la ciudad de punta a punta para disfrutar de esta belleza de paisajes, que las calles y plazas de Granada hacen de escenario perfecto a nuestra Semana Santa. No se lo que me deparará el futuro, ni las circunstancias, pero a día de hoy, prefiero seguir siendo un cofrade de a pie, y disfrutar de lo auténtico de cada cofradía, allí donde más perfecto es su lucimiento, siempre a pie de calle.

    viernes, 15 de febrero de 2013

    lunes, 11 de febrero de 2013

    viernes, 8 de febrero de 2013

    EL PARTIDO DE LA SEMANA

    Deportivo                                                     Granada CF

  • Fecha: sábado 09 de febrero
  • Hora: 22:00
  • Estadio: Riazor
  • Árbitro: Miguel Ángel Ayza Gámez
  • Competición: 23ª jornada de liga

  • miércoles, 6 de febrero de 2013

    MI VIEJO COSTAL

    Hay un trozo de tela en mi casa, que me tiene fascinado. Se trata de un compañero fiel en ensayos y salidas, al cual, le tengo un enorme cariño. Lo guardo con esmero en el sitio de honor que le tengo reservado, ese que se ha ido ganando con el paso del tiempo, dejando atrás en oscuros recovecos, a otros costales que por distintas circunstancias no supieron adaptarse a mis exigencias como costalero.
     
    Y es que encima, fue mi primer costal propio. Aquel que encargase hace unos cuantos años ya sin entender muy bien de medidas, ni morcillas, de texturas ni arpilleras. Me dejé asesorar, y unas manos mágicas supieron encontrar lo que yo andaba buscando. A pesar de la vista cansada y las durezas que en los dedos va produciendo la aguja, supo fabricar ese costal que para mí se convirtió en mis sueños bajo la trabajadera, ese compañero infatigable de frías noches de ensayo bajo la escarcha.
     
     
    Y los años han ido pasando desde entonces, y otros costales me han acompañado en mi andar bajo los pasos, pero ninguno se acercó de lejos a las echuras que se consiguió en aquel pequeño trozo de tela engarzado a una arpillera de saco. Al principio de aquellos comienzos a costal, mi viejo trapo me acompañaba a todos lados bajo mi brazo, hasta que por exigencias de las cuadrillas tuve que ir cambiándolo porque su color no era acorde a lo allí utilizado. Hasta que finalmente, encontró su único sitio para el que lo tengo reservado, para el que en realidad fue encargado en mi mente sin saber en su momento si algún día lo usaría bajo los palos de la cofradía que yo quería.
     
    Pues sí, una tela negra junto a arpillera de saco y finamente acompañada por pespuntes morados, es mi viejo costal al que reservo sólo para los Martes Santo. Aunque su color no es el que era, el negro se vuelve cada vez más pardo y la arpillera ya no raspa como en los primeros años, no puedo dejar de usarlo. Cada año miro melancólico esa vieja tela que tan buenos momentos me ha dado, y pienso que será el último para ella, que a partir del año siguiente tendré que reemplazarla por un costal nuevo, pero después del primer ensayo del año con ella, me embarga una sensación de seguridad y bienestar bajo el palo que ninguna otra ropa por muy nueva que sea, ha sabido transmitirme como ese descolorido trapo.
     
     
    Juntos hemos pasado  grandes momentos bajo los pasos, algunos malos, pero siempre estuvo junto a mí, dándolo todo. Es un costal que casi no tengo que ponérmelo, se hace prácticamente solo, cae en su sitio fácilmente, como si supiese él solo donde tiene que trabajar y cómo me gusta hacerlo. Se ha adaptado a la perfección en esta rara cabeza que Dios me ha dado, y juntos formamos un equipo inseparable que a pesar de los años, sigue inquebrantable. Nunca le dí la mejor de las vidas, siempre reventado por el peso y empapado en mi sudor, nunca le apliqué excepcionales lavados ni lo guardé en seda o enfundado, pero nunca se quejó en forma de descosido o agujero en la arpillera, se ha mantenido fuerte durante tantos y tantos años.
     
    Llevo tiempo buscando la misma tela con la que se hizo aquel primerizo costal, para que las mismas manos vuelvan a obrar el milagro. Pero después de mucho rebuscar me he dado por vencido, ese tipo de tela no se usa ya por lo visto, así que me tendré que seguir conformando con esa relación de respeto y confianza que hay entre yo y mi viejo costal, al que tanto tengo que agradecerle.

    lunes, 4 de febrero de 2013

    NO HAY MÁS

    Entrenador nuevo, victoria segura. Como se suele decir en el mundo del fútbol, esta máxima fue más severa que nunca. Volvía el Real Madrid por segundo año consecutivo en la nueva era a Los Cármenes, y la leyenda del matagigantes, que tanto se han empeñado vender desde el club para asegurarse una mayor venta en taquilla, fue más real que nunca. Y así fue, una noche redonda en todos los sentidos hizo que se aunasen todo esos factores necesarios para ganar un partido aun equipo como el Real Madrid.
     
    Fue y será histórico. Por fin dejaremos de escuchar las legendarias historias de Porta, las victorias en el Bernabéu o al Barcelona hace ya algunas décadas, la leyenda del matagigantes se vuelve a repetir una vez más para disfrute de los rojiblancos. Seguramente pocas posibilidades tendremos para volver a vivir algo así, por lo que no nos queda otra que intentar retener en la retina cada momento de esa fría noche en la que el calor de la grada empujó a un equipo entregado con la causa.
     
    Y es que ante la expectación que un equipo como el Madrid crea en Granada, los aficionados granadinistas se aferraban a la ilusión de hacer la machada de la jornada. Y tenían razones para ello. Tanto el cambio de entrenador como la llegada de nuevos jugadores ilusionantes en el mercado de invierno, unido al mal momento del equipo blanco en la Liga y su desgaste copero de hace unos días, hacían que dentro del temor de enfrentarse a este tipo de equipos, una ilusión se apoderaba en el interior de cualquier aficionado.
     
     
     
    Y es que todo salió bien en la noche del sábado. Fuimos capaces de ganarle a todo un Real Madrid, con la diferencia presupuestaria que existe entre ambos equipos, sin ni siquiera rematar una sola vez entre los tres palos. Incluso la suerte tuvo su aparición en forma de gol en propia puerta del jugador franquicia del equipo madrileño. Y eso desató a la afición, que no dejó al equipo solo en ningún momento del partido.
     
    El coraje y pundonor que mostraron los granadinos sobre el campo (añorado en otras ocasiones), estuvo al máximo nivel y fue suficiente para controlar un partido al que el Madrid no sabía meterle mano. Es difícil destacar a alguien concreto sobre el campo porque todo el equipo se salió, jugando con una intensidad y concentración digna del máximo nivel liguero. Aunque entre todos ellos, he de destacar especialmente el partidazo que hizo Ighalo (al cual siempre critico por su bajo nivel) que nos deleitó con un derroche físico extraordinario sabiendo presionar y luchar en una zona importante del campo. Y el otro que rayó casi la perfección fue Mainz, que después de temporada y media sentado en el banco, se ha ido ganando el puesto de titular que le corresponde en este equipo, es el capitán sin duda.
     
    No quisiera olvidarme de la parada de Toño casi al final del partido o el férreo marcaje de Recio sobre Cristiano en cada córner, convirtiéndose en su peor pesadilla. Y sobre todo, Lucas Alcaraz fue el más afortunado de la noche, debutar en el equipo de sus amores en primera división, en su ciudad y ante el Real Madrid, y hacerlo con victoria, debió ser el que mejor durmió esa mágica noche. Tal fue el rigor táctico el que mostró el equipo, que cualquiera diría que Lucas llevaba desde septiembre preparando este encuentro en su cabeza, aunque nunca se sabe.
     
     
    Así que dejemos de soñar, el partido y la victoria fueron reales como la vida misma, y esos tres puntos más que vitales, porque sobre todo, no se contaba con ellos supuestamente. Eso sí, ahora hay que trabajar duro para demostrar que no ha sido solo suerte y la mejora del equipo es real. Hay que hacer valer esos tres puntos en partidos como el de la semana que viene en Riazor, donde el equipo rojiblanco se juega gran parte de sus posibilidades de permanencia. Y dar continuidad a este cambio de actitud en el equipo, jornada tras jornada.
     
    Ayer se demostró que los sueños se hacen realidad, por eso enfrentaremos la visita del Barça con la máxima ilusión, y quién sabe, quizás transcurra otra historia que contar a nuestros hijos y nietos con el paso del tiempo, porque esto es fútbol, no hay más.
     
    Pero todo no iba a ser positivo en una noche tan perfecta, espero que los huecos que quedaron por llenar en las gradas ante tan importante rival, haga reflexionar a la dirección del club de que las barbaridades que acometen en los precios en tan precario momento no benefician para nada al aficionado, y por tanto a la marcha del club. Dejemos ya de ordeñar a abonados y aficionados y vamos a poner precios acordes con la categoría del club y de la época de crisis que estamos viviendo.
     
    ¡¡¡Vamos Granáaaaaaa!!!

    viernes, 1 de febrero de 2013

    EL PARTIDO DE LA SEMANA

    Granad CF                                                           Real Madrid

  • Fecha: sábado 02 de febrero
  • Hora: 22:00
  • Estadio: Nuevo Estadio de Los Cármenes
  • Árbitro: Antonio Miguel Matéu Lahoz
  • Competición: 22ª jornada de liga