viernes, 24 de mayo de 2013

EL PARTIDO DE LA SEMANA

Valencia                                                                    Granada CF

  • Fecha: domingo 26 de mayo
  • Hora: 20:00
  • Estadio: Estadio de Mestalla
  • Árbitro: Jesús Gil Manzano
  • Competición: 37ª jornada de liga

  • jueves, 23 de mayo de 2013

    CRÓNICA DE UNA JORNADA HISTÓRICA

    Y por fin llegó el día en que la ciudad se llenase de pasos ocupando sus calles con el rachear costalero. Llegó el día en el que la ciudad cambiase su nombre por María, en el que la Madre fuese la auténtica protagonista. El día en el que todos rindiésemos honores a la Patrona de la ciudad, la que vive y preside la Carrera, y que a todos nos vio llegar bajo las trabajaderas de nuestras imágenes sagradas que durante el año ocupan nuestros rezos y atenciones, a Ella se las fuimos a presentar.
     
    Una jornada eterna, envuelta en ese letargo del que despertamos bien temprano para comenzar el día con sonido de llamaores y voces de capataces mandando sus pasos al cielo. Muy temprano despertó ese sueño entre nubes y amenaza de agua, como viene a ser costumbre, para que en la pronta mañana, sin apenas claridad solar en las desiertas calles de los barrios de una ciudad que estaba a punto de vivir lo que sería uno de los días más especiales de su milenaria historia.
     
     
     
    Y así comenzó todo, entre llamadas de los capataces que irrumpían en el silencio de la madrugadora mañana, y donde los pasos marianos de Granada abandonaban a sus hijos en Iglesias y Capillas, para dirigir a ritmo silencioso sus pasos de palio a la Santa Iglesia Catedral. Y ya desde entonces fue especial, al igual que en la Passio Granatensis, en la mañana se vivió un ambiente espectacular con las calles llenas de pasos que confluían por todos lados hasta llegar a la Catedral.
     
    Y allí se obró el milagro. Una imagen totalmente inédita llenó las naves catedralicias de pasos, infinidad de advocaciones de María se agolpaban unas junto a otras, la mayoría bajo palio. Por primera vez en la historia coincidían 33 imágenes marianas bajo un mismo techo, todas  procedentes de la provincia de Granada, y con un mismo objetivo, rendir homenaje a la Virgen de las Angustias en el centenario de su Coronación Canónica. Y quizás fuese la imagen del día, esa que no se puede inmortalizar en una sola fotografía, todas las devociones marianas de la ciudad rodeadas de sus fieles y devotos, cada uno representado con los colores de su cofradía y hermandad.
     
     
     
    Así llegó la tarde, con media hora de retraso por la amenazante lluvia, el primero de los pasos de palio se puso en la calle. Y sería a partir de ese momento, en el que la Magna comenzó a discurrir sin mayor de los problemas o contratiempos. Uno tras otro de los pasos fueron desfilando por el recorrido oficial previsto para acabar con la visita a la Basílica, allí donde la Patrona los esperaba. Las nubes que intermitentemente descargaban algo de agua, y un frío invernal, intentaban empañar lo que nos estaba deparando aquella histórica jornada en una tarde de Mayo. Pero no fue suficiente para que las ganas se amedrentasen, a pesar de que las Soledades del Calvario y San Jerónimo abandonasen el cortejo para volver de inmediato a sus templos, por lo que la jornada transcurrió según lo previsto.
     
    Conforme los pasos iban abandonando la Carrera, otro tinte especial fue impregnando la noche de tan largo día. El silencioso rachear acompañado de bellotas rozando el varal, fueron sustituidas por el son de las bandas que aguardaban a sus pasos para acompañarlos de regreso a sus Templos. Y ahí, el color se hizo más intenso, porque lo mismo que hay pasos que no necesitan del regocijo musical para su embellecimiento, otros fueron creados para acompasar sus movimientos con los acordes llenos de belleza y dulzura que ciertas marchas dan en algunos acompañamientos. Y como no, yo viví el Realejo en su máxima expresión, donde los palios se apoderaban de cada plaza y callejón al son de buenas marchas, y donde el cielo recibió a su Madre con lluvias de pétalos.
     
     
     
    Hasta ocho pasos pude contar por sus calles, uno de ellos, en el que me encontraba debajo, la Soledad. Los sones de la Agrupación de la cofradía anunciaban el regreso de su Madre hacia Santo Domingo, donde su Hijo la estaba esperando. No voy a negar que la experiencia fue extraña, la sensación de saber que estás bajo sus faldones, cosa a la que uno no está acostumbrado, mezclado con la extrañeza de las andas y que quizás todo no fue como uno hubiese querido, rodearon la noche de inconformismo. Pero pese a las sensaciones personales, me di cuenta que estábamos en una jornada histórica cuando de repente me vi envuelto entre pasos de palio conforme andaba por las calles del Realejo. Las bullas fueron apareciendo ante los pasos de palio, y el regocijo que de las caras se desprendían de aquellos que los acompañaban, presagiaron ese día tan especial que nos dejó la Magna Mariana, donde María, fue la Reina de Granada.

    lunes, 20 de mayo de 2013

    viernes, 17 de mayo de 2013

    EL PARTIDO DE LA TEMPORADA


    Granada CF                                                                              Osasuna

  • Fecha: sábado 18 de mayo
  • Hora: 20:00
  • Estadio: Nuevo Estadio de Los Cármenes
  • Árbitro: Carlos Velasco Carballo
  • Competición: 36ª jornada de liga

  • EL REALEJO (I)

     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     
     

    viernes, 10 de mayo de 2013

    EL PARTIDO DE LA SEMANA

    Real Sociedad                                                                Granada CF

  • Fecha: lunes 13 de mayo
  • Hora: 22:00
  • Estadio: Estadio Municipal de Anoeta
  • Árbitro: Javier Estrada Fernández
  • Competición: 35ª jornada de liga

  • miércoles, 8 de mayo de 2013

    LO BUENO DE LA MAGNA

    Menudo ajetreo el que está trayendo este año la dichosa Magna Mariana, entre cambios de fechas, baile de horarios, partidos de fútbol coincidentes, rocieros cabreados, hermanos mayores conformistas, decretazos arzobispales, feriantes aventajados y un Ayuntamiento inoperante, se está quedando un acto de lo más extraño, cuando debería de tratarse de un Magno evento, como bien dice su nombre. En Granada somos muy particulares para nuestros quehaceres, y esta vez no iba a ser menos. Creo que la gente, incluyendo organizadores y cofrades en general, no se han dado cuenta aún, de la magnitud e importancia de dicho evento.
     
    Pero si os digo la verdad, estoy cansado de discutir y tertuliar los inconvenientes y problemas organizativos de la Magna, de darle y darle vueltas a un mismo asunto, que por mucho opinar, no va a cambiar para hacerlo a nuestro gusto. Son tantas las opiniones como personas, y cada uno, granaíno de su papa y de su mama, tiene a bien expresar lo que para él sería la fecha ideal del acto, o la forma organizativa del mismo. Así, imposible de contentar al foro con una fórmula ideal, prefiero no entrar de lleno en lo que pienso realmente de tan Magno acto, ni de cómo se está llevando a cabo hasta el momento.
     
     
     
    Como ya he dicho, cansado de discutir los pros y los contras de tan controvertido tema por otros fueros, prefiero no hacerlo aquí en el blog, y para ello, he tenido que indagar a través de la profunda corteza de mi ser, hasta encontrarme conmigo mismo, y rescatar en unas cuantas líneas qué de positivo tiene para mí la Magna Mariana. Porque al fin y al cabo, lo tiene y mucho. Ni que decir tiene, que para verle algo positivo a tan escabroso tema, hay que dejar de lado todo tipo de prejuicios y sacudirse toda la suciedad que hemos ido adquiriendo durante todo este tiempo, y centrarse en lo que realmente importa cuando llegue tan señalado día.
     
    Y es que allí tenía que ser, postrado en un banco de tu Iglesia, en un domingo cualquiera, el día de la Madre me acercó hasta tu capilla para rendirte homenaje y pleitesía. Porque Madre eres de mi consuelo y mi alegría, y porque a Tí, tal día como ese, tuve que venir a agradecerte precisamente, el milagro de la vida, de una madre a otra madre. Y sentado a unos metros de tu desconsolada mirada, comencé a entender la importancia que tenía para mí esa Magna, y lo que nos aportaría a ambos.
     
    Me dí cuenta, que como devoto tuyo siempre y costalero de tu Hijo, iba a tener el privilegio de poder acunarte con mi cerviz a través del costal, que otras tantas veces sirvió de manto sagrado para rezarle con los pies a tu hijo y Señor de la Humildad. Y me dí cuenta, que allí postrado y agradecido ante tu sereno rostro, custodiada eternamente por ese Ángel siempre vigilante, comprendí lo importante que supondría para mí esa extraordinaria salida.
     
     
     
    Desapareció de mi mente al instante todos los cambios de fechas, las opiniones vertidas sobre cuestiones organizativas, los partidos de fútbol coincidentes, las quejas del mundo cofrade, y me dí cuenta de que todo aquello proveniente del mundo terrenal, no importaba nada comparado con el simple hecho de volver a acompañarte nuevamente. Porque a pesar de que nos veamos a menudo cada año, o me acerque a agradecerte todo lo benevolente que has sido conmigo un día cualquiera en el mismo sitio de siempre, sólo hubo una vez en mi vida, que tuve la suerte de ser tus pies cuando salías a la calle.
     
    Y es que hace muchos años ya de aquello, dieciséis para ser exacto si mal no recuerdo, cuando los costaleros del Señor tuvimos el privilegio de acompañar a la Soledad de nuestra Señora bajo sus andas, en su cita a las tres de la tarde del Viernes Santo. Grato recuerdo el que tengo de aquella mañana en el Campo del Príncipe, sensación que no pude recuperar nunca más a lo largo de los años, a pesar de que cada Viernes Santo a la Hora Nona te acompaño muy de cerca, aunque con capillo de raso y morado.
     
    Por ello, he encontrado mi motivación personal de la Magna Mariana, ajena al alboroto que se concentra día tras día, así que he dejado a un lado mi indignación personal y me he centrado en lo que me aportará por fin ese día tan especial, en el que después de tantos años, me volverá a convertir en costalero de la Soledad, esa a la que cariñosamente llamo Madre.
     
     

    jueves, 2 de mayo de 2013

    LA SEMANA SANTA... DESDE MI OBJETIVO

    Con este vídeo, quiero agradecer a aquellos que os empeñáis en seguir entrada tras entrada las divagaciones de este loco enfermo de la Semana Santa, por lo que va dedicado a todos vosotros, que aunque no seáis muchos, se que sois bastante fieles. El vídeo recoge unas cuantas instantáneas, que salidas de mi cámara, han ido rellenando las entradas del blog todo este tiempo que llevo con vosotros. Así que va dedicado a todos los que me apoyáis en esta aventura bloguera, que aunque a veces se haga difícil por la falta de tiempo, inspiración o de ganas, sabéis sacarme el pellizquito para que no desista y siga adelante con el proyecto. A todos, muchas gracias, va por vosotros.