El viernes, fuimos testigos de un paso más de los que está dando el CB Granada hacia su desaparición. Lamentablemente, el baloncesto no tiene cabida en nuestra ciudad en este momento, y así lo han entendido aficionados, empresarios, bancos, patrocinadores, y un largo etcétera de circunstancias que han hecho del CB Granada un moribundo en el baloncesto de nuestro país. Muchas son esas circunstancias que hacen navegar al club a la deriva con pocos visos de mejorar la situación actual, que no es otra, que una cuenta atrás hacia la absoluta oscuridad, una desaparición que se me antoja inevitable de todas, todas.

Es cierto, que la gestión del club no ha debido ser la más correcta, sino no hubiésemos estado gastando un dinero del que no se disponía, rebasando nuestras posibilidades económicas muy por encima de lo que se tenía en las arcas, y como les ha pasado a muchos en este país, al final ha acabado rompiéndose la olla cuando han venido las vacas flacas. Aquellos dirigentes, que al no saber en qué gastar el desproporcionado dinero que llenaba sus cuentas bancarias hechas de ladrillo, aburridos se metieron a jugar con el baloncesto de la ciudad sin saber muy bien de qué iba esto de la canasta. Es cierto que mientras hubo dinero todo fue bien, la ciudad disfrutó de baloncesto de calidad, la plantilla siempre contaba con jugadores de nivel y alguna que otra vez pudimos disfrutar de auténticos partidazos en el Palacio.

Aunque es cierto que el baloncesto tiene mucha más historia en nuestra ciudad, mucho antes de que viniesen los actuales gestores, porque aún me siguen contando historias los mismos que cada viernes se siguen sentando en su localidad de socio, de cuando ya lo eran de un Oximesa en un pabellón en pleno polígono industrial de Albolote. Por eso, hay que remontarse muchos años atrás para poder apreciar la historia del baloncesto granadino, mucho antes de la época actual.

Pero es cierto, que durante ese tiempo se consolidó una buena afición al baloncesto en Granada, la continua aparición de peñas en torno al equipo y la masiva afluencia al Pabellón, hacían del baloncesto en Granada una de las actividades más sanas y entretenidas de la ciudad. Pero todo esto llega al ostracismo, el anuncio de los máximos dirigentes del club hace unos días de que la próxima campaña no seguirán al frente, hacen augurar el futuro más negro imaginable, siempre y cuando un rayo de luz no caiga sobre el club, e intente evitar lo que ya es evidente. Incluso después del ERE propuesto por la directiva, es posible incluso que el CB Granada ni siquiera pueda acabar la temporada, y consume su desaparición mucho antes de lo esperado de manera judicial.
Ni siquiera el Ayuntamiento han puesto medios para evitar el desastre, no muy comedido en ayudas al deporte de la ciudad, el baloncesto no iba a ser menos. Imagino que la situación económica en el consistorio granadino no estará tampoco para tirar cohetes, pero viendo en lo que se gastan el dinero muchas veces, da pena pensar que algo de este despilfarro económico no fuese a caer a las arcas del CB. Por supuesto que los bancos han dado la espalda, sobre todo Caja Granada, dejando al club en la más absoluta estacada. Empresas y empresarios tampoco quieren afrontar este gasto en sus cuentas, y han ido abandonando al club para centrarse en el fútbol, negocio mucho más rentable ha día de hoy, ya veremos mañana.

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