martes, 21 de junio de 2011

UN SUEÑO DE PRIMERA

Hemos hablado tanto y tanto, hemos hecho tantas conjeturas, hemos soñado con un "y si...", que al final, una vez llegado el momento, uno no sabe qué decir, no tengo palabras para expresar qué es lo que ha estado ocurriendo durante todo este tiempo. Sí, es cierto que todos habíamos hecho nuestras propias suposiciones si el Granada C.F. subiese a primera división, pero realmente era algo tan irreal para muchos de nosotros, para aquellos que nunca habíamos visto cosa igual, que ahora me faltan palabras para poder expresar con ellas lo que siento.



Creo que aún después de haber abusado durante varios días ya de fiestas que certificaban el ascenso, el granadino o granadinista aún no es cosciente de el logro alcanzado. Sólo empezaremos a ser conscientes cuando en los famosos mercados de verano de primera división aparezca entre el Getafe y el Hércules el nombre del Granada C.F., empezaremos a darnos cuenta de la gesta cuando ese escudo aparezca en las portadas de los periódicos más vendidos del país. De todo ello nos daremos cuenta cuando las televisiones nos retransmitan cada semana, cuando desde nuestro asiento veamos correr la banda a Cristiano Ronaldo o Messi, cuando Los Cármenes enmudezcan ante un pase de Xavi, o abucheemos a Mourinho. Y sobre todo, abriremos los ojos a la primera división cuando podamos viajar para acompañar a nuestro equipo del alma en campos como Mestalla, Sánchez Pizjuán, San Mamés, el Bernabeu o el Camp Nou, ahí seremos conscientes de lo que un puñado de buenos jugadores han logrado para esta ciudad.


Y a falta de palabras, a mí vienen recuerdos de infancia, cuando todavía siendo niño pisaba el desgastado piso de unos Cármenes situado en casi pleno centro. Aquéllos partidos junto a los Kosakos Rojiblancos contra el Jaén, Cádiz, Recreativo, Córdoba y el At. Malagueño, cuando el grupo IV de Segunda B era de un nivel competitivo espectacular. O cuando por entonces Las Palmas se jugaba una plaza contra nosotros, o aquellos paneles anunciadores de todos los resultados de la Liga con su respectiva publicidad. También recuerdo, ya en el campo nuevo, las eliminatorias de copa frente al Betis, o aquella mítica hasta cuartos contra el Altelico de Madrid. La tercera también esá presente en mis recuerdos, y el trágico y extraño partido frente al Murcia en el que Aguilar hizo que se nos quedase cara de tontos. Por todo ello, merecemos más que nadie este ascenso.


Es de un verdadero reconocimiento todos aquellos que estuvieron como socios en tercera división y durante tantos años en Segunda B, para ellos es parte de este ascenso, aunque si bien entiendo que no sólo ellos tengan derecho a parte del pastel, pues del Granada somos todos, antes y después. Mérito sobre todo por aguantar tantos años de incompetentes ocupando el sillón presidencial en el palco, la falta de señorío y compromiso han obligado a este club a verse abocado en la más trágica humillación de una ciudad y un club que nunca debió abandonar las categorías en las que alcanzó la gloria.


Hoy toca respirar el aire nuevo que la primera división traerá a la ciudad, ya no toca recordar el sufrimiento pasado en los play-off, los penaltis fallados, el ambiente violento frente al Elche, las provocadoras palabras de Bordalás, la falta de interés del canal autonómico que nos debió apoyar, de las promesas incumplidas del que preside el consistorio, hoy solo toca dejar de soñar con algo que por fin se hizo realidad, disfrutar y seguir escribiendo nuestra propia historia.

No olvidaré jamás como una ciudad llenó el campo partido tras partido para alentar a sus héroes sobre el césped, ni como la ciudad entera se tiñó de rojiblanco para hacer de ella una sola bandera, por fin en esta ciudad todos cantábamos el mismo himno, todos usábamos la misma camiseta. Ha sido algo digno de contar a nuestros hijos cuando en un futuro los llevemos de la mano como hacía conmigo mi padre, solo que ahora espero que sea para ver al equipo en la máxima categoría del fútbol español, donde esta afición, esta ciudad y este club se merecen estar para siempre.


P.D.: A mi padre, al cual le hubiese gustado ver ascender a su Graná.
 Y a todo ese equipo de profesionales que han hecho, con su esfuerzo y dedicación, cumplir el sueño de todo un pueblo.


Granada C.F. siempre en mi corazón.

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