viernes, 25 de marzo de 2011

25 días para el Miércoles Santo

Ya sólo quedan 25 días para el Miércoles Santo, para el descanso del guerrero como lo suelo llamar yo a título personal. 25 días para que la tercera caída de Cristo salga de Santo Domingo a base de izquierdos, el peso de su cruz aliviado por el Cirineo recorrerá las calles de un barrio volcado y acompañado de su banda vestida de blanco marinero. El rostro de plumas dejado por el romano será seguido por su Madre del Rosario, el cual será cubierto por pétalos de rosa que inundarán su manto y su techo de palio, y así los doce rosarios del Realejo se mecerán por el barrio a sones marineros. Tan sólo 25 días para que un humilde Nazareno porte su cruz a cuestas a base de silencio, tan sólo escucharemos el rachear costalero y un concierto de saetas congregado a su regreso. Desde el hogar carmelitano la Merced acompañará a su nazareno.






Qué pocos son los días que quedan para que el Sacromonte busque Consuelo en sus cuestas, las hogueras de su devoción se entremezclen con cantes gitanos, y el fervor popular enloquezca ante el cobre de su palio. Jesús vagará solo en su Meditación universitaria añorando de lejos a su madre de los Remedios, y allá por San Matías Paciencia y Penas salvarán los escalones para hacer de la noche del Miércoles Santo una jornada adornada por los sones de una agrupación sempiterna que descenderá del Albaycín para engalanar de trompetas y cornetas al que va atado en su columna y al que llaman Señor de la Paciencia.





Y un poco más lejos, cuando se consuman esos 25 días, el Miércoles Santo se consagrará en Sevilla para dar paso al cristo crucificado de San Bernardo que desde tan lejos se desplazará aunque multitudinariamente acompañado, donde el arte torero buscará Refugio a sus plegarias. Allá por San Martín una Lanzada a caballo hondará en su costado, el Cristo de Burgos será crucificado, y el Buen Fin franciscanamente acompañado, con la Palma de su Madre bajo palio bordado. Y en plena calle Adriano, desde las mismas entrañas del Arenal, una hermandad torera dejará la Maestranza por unas horas para poner el Baratillo ante los ojos espectantes del pueblo sevillano. Y esa misma tarde, un gran paso cargado de olivo se abrirá camino entre la multitud a base de cambios en su andar, en el que su Prendimiento se hizo panadero.


1 comentario:

  1. Faltan muy pocos dias ....pero vamos a disfrutar de ellos que luego la semana se hace cortisima....

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