lunes, 4 de febrero de 2013

NO HAY MÁS

Entrenador nuevo, victoria segura. Como se suele decir en el mundo del fútbol, esta máxima fue más severa que nunca. Volvía el Real Madrid por segundo año consecutivo en la nueva era a Los Cármenes, y la leyenda del matagigantes, que tanto se han empeñado vender desde el club para asegurarse una mayor venta en taquilla, fue más real que nunca. Y así fue, una noche redonda en todos los sentidos hizo que se aunasen todo esos factores necesarios para ganar un partido aun equipo como el Real Madrid.
 
Fue y será histórico. Por fin dejaremos de escuchar las legendarias historias de Porta, las victorias en el Bernabéu o al Barcelona hace ya algunas décadas, la leyenda del matagigantes se vuelve a repetir una vez más para disfrute de los rojiblancos. Seguramente pocas posibilidades tendremos para volver a vivir algo así, por lo que no nos queda otra que intentar retener en la retina cada momento de esa fría noche en la que el calor de la grada empujó a un equipo entregado con la causa.
 
Y es que ante la expectación que un equipo como el Madrid crea en Granada, los aficionados granadinistas se aferraban a la ilusión de hacer la machada de la jornada. Y tenían razones para ello. Tanto el cambio de entrenador como la llegada de nuevos jugadores ilusionantes en el mercado de invierno, unido al mal momento del equipo blanco en la Liga y su desgaste copero de hace unos días, hacían que dentro del temor de enfrentarse a este tipo de equipos, una ilusión se apoderaba en el interior de cualquier aficionado.
 
 
 
Y es que todo salió bien en la noche del sábado. Fuimos capaces de ganarle a todo un Real Madrid, con la diferencia presupuestaria que existe entre ambos equipos, sin ni siquiera rematar una sola vez entre los tres palos. Incluso la suerte tuvo su aparición en forma de gol en propia puerta del jugador franquicia del equipo madrileño. Y eso desató a la afición, que no dejó al equipo solo en ningún momento del partido.
 
El coraje y pundonor que mostraron los granadinos sobre el campo (añorado en otras ocasiones), estuvo al máximo nivel y fue suficiente para controlar un partido al que el Madrid no sabía meterle mano. Es difícil destacar a alguien concreto sobre el campo porque todo el equipo se salió, jugando con una intensidad y concentración digna del máximo nivel liguero. Aunque entre todos ellos, he de destacar especialmente el partidazo que hizo Ighalo (al cual siempre critico por su bajo nivel) que nos deleitó con un derroche físico extraordinario sabiendo presionar y luchar en una zona importante del campo. Y el otro que rayó casi la perfección fue Mainz, que después de temporada y media sentado en el banco, se ha ido ganando el puesto de titular que le corresponde en este equipo, es el capitán sin duda.
 
No quisiera olvidarme de la parada de Toño casi al final del partido o el férreo marcaje de Recio sobre Cristiano en cada córner, convirtiéndose en su peor pesadilla. Y sobre todo, Lucas Alcaraz fue el más afortunado de la noche, debutar en el equipo de sus amores en primera división, en su ciudad y ante el Real Madrid, y hacerlo con victoria, debió ser el que mejor durmió esa mágica noche. Tal fue el rigor táctico el que mostró el equipo, que cualquiera diría que Lucas llevaba desde septiembre preparando este encuentro en su cabeza, aunque nunca se sabe.
 
 
Así que dejemos de soñar, el partido y la victoria fueron reales como la vida misma, y esos tres puntos más que vitales, porque sobre todo, no se contaba con ellos supuestamente. Eso sí, ahora hay que trabajar duro para demostrar que no ha sido solo suerte y la mejora del equipo es real. Hay que hacer valer esos tres puntos en partidos como el de la semana que viene en Riazor, donde el equipo rojiblanco se juega gran parte de sus posibilidades de permanencia. Y dar continuidad a este cambio de actitud en el equipo, jornada tras jornada.
 
Ayer se demostró que los sueños se hacen realidad, por eso enfrentaremos la visita del Barça con la máxima ilusión, y quién sabe, quizás transcurra otra historia que contar a nuestros hijos y nietos con el paso del tiempo, porque esto es fútbol, no hay más.
 
Pero todo no iba a ser positivo en una noche tan perfecta, espero que los huecos que quedaron por llenar en las gradas ante tan importante rival, haga reflexionar a la dirección del club de que las barbaridades que acometen en los precios en tan precario momento no benefician para nada al aficionado, y por tanto a la marcha del club. Dejemos ya de ordeñar a abonados y aficionados y vamos a poner precios acordes con la categoría del club y de la época de crisis que estamos viviendo.
 
¡¡¡Vamos Granáaaaaaa!!!

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