lunes, 27 de febrero de 2012

UN FIN DE SEMANA COMPLETO


La Cuaresma avanza impetuosa entre ensayos, pregones, carteles, besapiés, besamanos y un sinfín de actos que han repletado las agendas cofrades en este primer fin de semana tras el Miércoles de Ceniza. Y es que en época cuaresmal los sentidos se sensibilizan entre tanto acto cofrade, y se percibe en el ambiente la pronta llegada del Domingo de nuestros anhelos. Las calles se llenan de parihuelas de ensayo, incluso obstaculizando de más el malogrado tráfico en pleno barrio del Realejo, pero eso es otra historia que destacaremos en otro momento.


Hoy quiero hablar de costaleros, de chicotás que se me han quedado para el recuerdo, de marchas que vienen a morir con un "vámonos de largo" de manera majestuosa. Este fin de semana ha sido uno de los más completos que recuerdo en mis años de costalero, con dos ensayos soberbios con marcado sabor realejeño. Desgraciadamente, uno no siempre se va a casa después de terminar un ensayo todo lo contento que quisiera, a pesar de haber estado haciendo lo que más te gusta. Hay veces, que las cosas no salen como uno desea bajo los palos, pero no fue para nada así en sendos ensayos este fin de semana.


Tanto en la noche del viernes, como en la primaveral tarde del sábado, pude disfrutar y tanto, de un par de ensayos colosales, de esos que te hacen regresar a casa con un sonrisa de oreja a oreja, con el toque del llamaor aún sonando en mis adentros. Dos cuadrillas serias, muy concentradas en la labor de lo que un costalero debe hacer bajo un paso, cumpliendo cada cual con su cometido, siempre arriba los zancos y empujando fuerte la madera. Así da gusto vestirse de costalero.


La noche del viernes, a pesar de envolvernos con su frío habitual en estas fechas, transcurrió plácida y soberana. Los cuarenta costales que repletan las trabajaderas de su parihuela, se aferraban fuertemente al palo para levantar al cielo de las calles del centro granadino con grandeza. Sublimes esas impetuosas levantás, que venían acompañadas de sones de agrupación conjugándose a la perfección con el rachear de pies sobre la calzada, siempre los tíos arriba, siempre corazón bajo las tablas.


Creo que se está experimentando un antes y un después de la charla, incisiva pero necesaria, del capataz a la cuadrilla antes de comenzar los ensayos de este año. La gente está cogiendo conciencia de lo que significa ser costalero, y de la voluntad y sacrificio que conlleva esta labor debajo de un paso, sea el que sea. Se está fraguando una gran cuadrilla a base de mucho trabajo, el cual habrá que seguir realizando porque lógicamente, a pesar de la notable mejoría que estamos experimentando, queda mucho trabajo por hacer y mucho que mejorar. Aún así, recibo con satisfacción que después de tantos años bajo este paso, las cosas empiezan a hacerse bien, destacando la actitud tan positiva que va adquiriendo la cuadrilla.


Y la tarde del sábado, otra lección de costalería al más puro estilo de la Cena. No hay mayor placer para un costalero, que poder emborracharse de kilos a través del palo, cuando estos están en su sitio y van bien acompasados con costeros e izquierdos, por ejemplo. La calurosa tarde comenzó con los bocados de sol que acechaban las trabajaderas, para acabar pasando por algunas anécdotas algo surrealistas para un ensayo. Pero a pesar de ello, el buen oficio costalero de esa excepcional cuadrilla, dejó el listón muy alto, siempre empujando con fuerza y trabajando a compás cada marcha que sonaba. Cada vez estoy más satisfecho, de haber tomado el año pasado la decisión de formar parte de esta cuadrilla tan unida y formada, y con un talento humano excepcional, por lo que me alegro de que esa decisión fuese tan acertada. Llegué a la Cena buscando eso, y cada día que pasa estoy más contento por ello.



En fin, espero se repita un fin de semana tan completo y repleto de momentos memorables para mis recuerdos bajo las trabajaderas, aunque sólo pertenezcan a ensayos. Por ello, mi gozo aumenta conforme pasan los días y se acerca la Semana Santa de este 2012, porque pienso que a nivel costalero, puede ser un año memorable y para el recuerdo. Espero que así sea y pueda disfrutar al máximo de mi acercamiento con Dios a través de los pasos.

1 comentario:

  1. Ay si el Domingo se hubiera ganado.....fin de semana pluscuamperfecto

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