Este año la “Peregrina” recorrerá un camino diferente, un camino de espera y de sentimientos contrarios. Si bien es cierto que no va a salir a peregrinar al encuentro con la Señora, reposará desfrutando la espera de 12 días. Son los que separan la procesión en la que la Reina de las Marismas va al encuentro de sus hermandades filiales a hombros de los Rocieros de otro encuentro. Momento en el que dos peregrinos van a declarar su amor ante sus familias y amigos. Les dará la bienvenida Fray Luis de Granada. Al ver la fachada de Santo Domingo recordaremos momentos inolvidables de Santa Cena, de Humildad, de Tres Caídas, de Soledad, etc. Y durante la ceremonia la carreta Peregrina llorará emocionada al ver como se unen la mujer que le dio nombre con el hombre que peregrinó en ella para conocer otra advocación Mariana que reforzara su Fe. Ahora sólo queda esperar a que llegue otra primavera para que la familia de la Peregrina vuelva a pisar las arenas en su carreta, a postrarse ante su reja con mas ganas que nunca de mirar a la cara a la Virgen para darle las gracias por todo y pedirle por todos. Aún así siempre queda el gusanillo del Domingo de Pentecostés y la escapada a última hora para encontrarse con la Señora por las calles del Rocío. Feliz Romería a todos. PD: 25 días y bajando
Este año la “Peregrina” recorrerá un camino diferente, un camino de espera y de sentimientos contrarios. Si bien es cierto que no va a salir a peregrinar al encuentro con la Señora, reposará desfrutando la espera de 12 días. Son los que separan la procesión en la que la Reina de las Marismas va al encuentro de sus hermandades filiales a hombros de los Rocieros de otro encuentro. Momento en el que dos peregrinos van a declarar su amor ante sus familias y amigos. Les dará la bienvenida Fray Luis de Granada. Al ver la fachada de Santo Domingo recordaremos momentos inolvidables de Santa Cena, de Humildad, de Tres Caídas, de Soledad, etc. Y durante la ceremonia la carreta Peregrina llorará emocionada al ver como se unen la mujer que le dio nombre con el hombre que peregrinó en ella para conocer otra advocación Mariana que reforzara su Fe. Ahora sólo queda esperar a que llegue otra primavera para que la familia de la Peregrina vuelva a pisar las arenas en su carreta, a postrarse ante su reja con mas ganas que nunca de mirar a la cara a la Virgen para darle las gracias por todo y pedirle por todos. Aún así siempre queda el gusanillo del Domingo de Pentecostés y la escapada a última hora para encontrarse con la Señora por las calles del Rocío. Feliz Romería a todos.
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