martes, 12 de junio de 2012

TARDE DE TOROS

Es la única tarde que he podido disfrutar de feria este año, ni casetas, ni sevillanas, ni coches de caballos, sólo una plácida tarde de toros entre amigos ha sido el único momento de feria por este año. Y no me quejo para nada, una buena tarde en la Monumental del Frascuelo con la mejor de las compañías puede ser más que satisfactorio si valoras esos momentos. Fueron seis toros que dejaron mucho que desear (como casi siempre) más cercanos al novillo que a la mole animal que debería de ser un toro de lidia. Como no pongan remedio, entre todos acabarán con la Fiesta Nacional por excelencia, partiendo de apoderados y terminando por ganaderos y empresarios, pasando por el propio aficionado.


La tarde del sábado prometía en principio por el gran cartel que presentaba, los diestros Enrique Ponce, Morante y Cayetano, se vestían de luces para dar el paseíllo por el albero granadino. Y no decepcionaron, los tres terminaron saliendo por una puerta grande, que en esta ciudad se abre más de la cuenta, para regocijo de  todos aquellos que nos encontrábamos  apretados en Tendidos y Andanadas, exultantes entre aplausos al borde de la embriaguez, y enchidos de merendola tras el descanso. Resumiendo a duras penas, lo que viene siendo el aficionado al toro en esta ciudad, y entre los cuales me incluyo.


No seré yo el el que haga una crítica taurina al más puro estilo clásico, no me inmiscuiré yo en esas lides, lo dejo para los profesionales que realmente entienden del tema, ni siquiera puedo considerarme realemente un aficionado. Yo simplemente me limito a dejarme llevar por los sentimientos que llegan a transmitirme algunos maestros con sus capotes y muletazos frente al toro. De hecho, me gusta acudir a mi cita anual con los toros, rodeado de aquellos que entienden lo que allí se cuece, de la liturgia y técnica que rodea el mundo taurino en su más pura esencia. De ellos intento aprender algo cada vez que nos juntamos en torno a las tablas del ruedo granadino.



Así transcurrió otra gran tarde taurina de feria, entre risas y olés con amigos, vasos anchos cargados de hielo, y una puerta grande repleta de gente esperando a que los tres maestros la cruzasen sobre los hombros de aquellos que se ganarán su asueto por el traslado. Espero que la fiesta no siga cayendo en nuestra ciudad como hasta ahora, y el año que viene podamos seguir disfrutando de tarde de toros como esta, aunque solo sea por juntarnos un puñado de amigos.


2 comentarios:

  1. Buena tarde entonces, aunque los toros no fueran todo lo buenos que se esperaba, siempre los males son menos cuando los compartes con los amigos de siempre. Al igual que tú, querido amigo, yo sólo tuve una jornada de feria, si bien la mía fue más espiritual al vestirme de costalero para "llenarme de Dios", como dice Pepe Carvajal.

    Un abrazo

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  2. Entonces tu Corpus ha sido sin duda mucho mejor que el mío, donde va a parar. El año pasado tuve el privilegio de experimentar esa sensación de ser los pies de Dios, y es increible. Así que enhorabuena y a esperar unos años para volver a vivirlo.

    Un abrazo.

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