Llevaba ya algún que otro año que, por razones varias, no asistía a la celebración del Día de la Toma en la Plaza del Carmen, y el hecho de poder asistir hoy a esta vieja tradición granadina, me ha hecho reflexionar sobre lo que ha quedado de esta extraña fiesta. Me acerqué con toda la ilusión de reencontrarme con una añorada tradición que desde niño he vivido de manos de mis padres, que como toda fiesta típica de la ciudad, intentaron inculcarme con ahínco. Aunque de los recuerdos que de niño tengo sobre tan señalado día en el calendario de un granadino, se parecen bien poco a lo que hoy me he encontrado en la Plaza del Consistorio.
Es cierto, que a pesar de los varios años que llevo sin presenciar la fiesta del 2 de Enero en persona, entonces ya tenía los tintes políticos que tiene hoy en día. Pero no deja de sorprenderme que lo que debiera ser un día festivo para la sociedad granadina, se convierta en un acto de confrontación política entre los sectores más radicales de las distintas ideologías que reinan en este más que dividido país.
Y lo digo como suena, se ha convertido en un abucheo general que se hacen unos grupos a otros ante las proclamas emitidas a voz en grito por distintos grupos de personas concienzudamente disfrazadas para la ocasión, y abanderadas con lo que viene siendo su supuesto signo político. Al final, el acto acaba empañado por los continuos abucheos y ruidos molestos de silbato, que cada uno de los grupos hace en unos determinados momentos de los actos, dejando de esta manera, que el resto de granadinos allí presentes no podamos disfrutar del acto. Se ha convertido en una jornada de crispación, en la que la tensión y el odio inundan la plaza, dando pie a insultos y actos violentos, prácticamente igual que está ocurriendo en el resto de España.
Según tengo entendido, lo que el 2 de Enero se celebra en Granada, es la conmemoración de la conquista del último bastión musulmán en el año 1492 por los Reyes Católicos. De una manera u otra, según se cuente la historia, la base de un razonamiento simplista del asunto viene a ser ese, ni más ni menos. Entonces, porqué empeñarnos en darle un tinte más que político al asunto para así empañar lo que viene siendo un día de fiesta en la capital. No entiendo porqué unos se cuelgan las medallas de que se vencieron a los "moros", como vulgarmente hoy había gente que les llamaba, y otros se quejaban de genocidio, cuando según contrastadas fuentes desde hace ya mucho tiempo, se sabe que la entrega de llaves de la ciudad de la Alhambra por parte de Boabdil a los Reyes Católicos, fue de manera más que pactada.
He de decir, que soy un enamorado de las tradiciones típicas de mi tierra, y que las mismas han de celebrarse como se ha venido haciendo durante siglos, sin más corrupción malentendida de ideologías trasnochadas, que lo único que intentan es dar publicidad a ciertos movimientos secundarios, que aprovechan este día para darse a conocer y copar las portadas. Más lamentable si cabe, es el hecho de que encima se provoquen ciertos incidentes entre los distintos grupos allí presentes, enturbiando aún más el ambiente decadente que la fiesta está dejando.
Según tengo entendido, algunos de estos grupos que acuden cada año al acto, cuentan con el apoyo de gente que llega desde otras ciudades fuera de Granada, lo cual me indigna más todavía, ya que ni siquiera son granadinos aquellos que nos están jodiendo la fiesta al resto. Imagino que el resto de los allí presentes, ajenos a estos grupos más que organizados, tendrán su propia ideología política formada, sin tener que ver para nada ello, la forma en la que van a disfrutar una de las más importantes fiestas de Granada.
Me gusta ver llegar la banda de la ciudad tocando sones a ritmo de Granada, o ver desfilar el elenco de personajes disfrazados de época hasta el mismo Ayuntamiento, así como ver ondear el pendón de la ciudad dirigido a los granadinos con sus proclamas. Porqué hemos de aguantar entonces a cuatro descerebrados ondeando banderas precosntitucionales sin venir a cuento, y mucho menos, a otros tantos con estandartes contra la fiesta o reclamando una Andalucía independiente. Todo ello carece de sentido para mí y de como yo entiendo este día.
En cuanto a tradiciones de Granada se refiere, no quiero saber de colores políticos ni historias de delincuentes, ya sean de izquierdas o de derechas, sólo quiero disfrutar con los míos de las fiestas que esta bella ciudad nos sugiere, sin que nadie destaque por ellas ni las haga propias por tener estas un carácter histórico, que no deja de ser eso, sino Historia.
Por ello ¡¡¡Viva Granada, viva Andalucía y viva España!!!
Amén, chato.
ResponderEliminarHará falta explicarles a más de uno la trascendencia que tuvo el 2 de enero de hace 520 años para el Mundo. Mientras que los imanes de las Mezquitas mayores de Bagdad o el Cairo, por ejemplo, llamaban a la pena a los fieles, el Papa proclama tres días de fiesta con procesiones y actos cívicos incluidos, en la mismísima Roma. Luego esto no fue sólo importante para Granada, o para la naciente España como el 1er Estado Moderno del Mundo, no... Tuvo dimensiones socio-religiosas de altura.
ResponderEliminarAdemás, conviene decir que Granada, desde esdte 1492 y hasta el inicio del siglo XVII, iba a convertirse en una de las primeras ciudades del Reino, dotada con prebendas, instituciones y obras de capital importancia, posiblemente superando cualquier otro periodo histórico del que gozó la ciudad, más si cabe en aquel 1527 cuando se convierte nada menos que en Capital del Imperio más grande que había. ¡Ahí es nada!
A los granadinos, la conquista cristiana les vino bien. No sé si a todos, pero negar la reveladora grandeza que tomó la ciudad para el futuro, es estulto.
Cada 2 de enero no sólo se conmemora un hecho histórico, y la historia no debe enmascararse. Se está conmemorando que la ciudad pasa de ser la capital de un reino pobre y deprimido, a la ciudad más mimada de la corona y que le disputó a Sevilla durante décadas ser la ciudad más importante del Reino. Y de hecho fuimos la segunda durante más de un siglo. Luego, tras más de cinco siglos, Granada es lo que es gracias a ese día, lo que no quiere decir que por olvidemos la contribución de los musulmanes, como tampoco la de Roma, la cultura visigoda o a nuestros fundadores hace 2.700 años: los iberos del pueblo de los turdetanos.
Muchas gracias David, con tu intervención sabia y magistral como siempre, podemos dotar de veracidad lo que tantos hemos querido explicar, son tus palabras llenas de historia, las que nos hacen viajar a otra época y entender lo que sucedió entonces. Por ello, algunos no queremos sino celebrar una fecha importantísima en la historia de la ciudad, sin más conflicto ni malas interpretaciones que algunos hacen de esa historia tan fantástica que rodea a la cultura de Granada.
ResponderEliminarGracias.