Hace unos días me encontré un debate improvisado en Facebook que versaba sobre la línea que estaban siguiendo las nuevas marchas de una determinada Banda de Tambores y Cornetas y su estilo en la calle. Pues bien, antes de seguir con esta entrada, decir de partida que soy un enfervorecido aficionado a la música cofrade en general, todo aquello que suene a tambor e instrumento de viento me llama. Así que ni siquiera puedo hacer una distinción entre unos estilos y otros, me gusta todo, agrupación, tambores y cornetas o banda de música, ya sean marchas serias o más alegres, antiguas o modernas, incluso un poco de música de capilla viene al caso en un momento determinado. Y es que la pasión que le tengo a la Semana Santa, hace que todo aquello que la rodea tenga sentido y gusto para mí.
Pues bien, partiendo de esta premisa básica, entrar un poco más en aquella reflexión que me invadió tras los puntos de vista que leí sobre alguna que otra marcha en cuestión. Es cierto, que como es lógico pasan los años y los tiempos van cambiando, y con ello, todo aquello que es susceptible de cambio, lo cual no quiere decir, que esos cambios sean de nuestro agrado. Llevo ya unos años observando, que la música cofrade está experimentando algunas transformaciones más que sustanciales, muy concretamente en el mundo de los tambores y cornetas. Lo cual no quiere decir, que tanto en agrupaciones musicales como bandas de música, también se haya innovado en los últimos años, aunque de una manera mucho menos profunda.
Como he dicho, la música evoluciona, y tanto, atrás quedaron esas marchas sencillas de tambor con tan solo el acompañamiento de cornetas al más puro estilo de desfile, de hecho, la mayoría de las bandas de tambores y cornetas de hace 20 ó 30 años eran bandas militares. Lógicamente, de aquellos años ha habido una más que evidente evolución en el mundillo de las marchas procesionales, y a Dios gracias, sobre todo si las comparamos con las que hoy en día pueden escucharse. Estas nuevas marchas quizás puedan ser más entretenidas, si cabe, para escucharlas en el coche o en el ipod a la hora de salir a correr, pero en mi enorme ignorancia, las veo cada vez más complicadas y enrevesadas a la hora de trabajar con ellas bajo los pasos.
Las marchas que actualmente podemos escuchar están compuestas con una complejidad inusitada en el mundo de los tambores y cornetas, con unas afinaciones muy altas, solos esperpénticos y redobles de tambor de vértigo en algunos momentos. Incluso se han incluido muchos más instrumentos a las filas de estas corporaciones musicales, que no digo que no me gusten, pero creo que en algunos momentos me saturan bastante. Bandas como Tres Caídas han ido ahogándose por unos extraños derroteros, o como Presentación al Pueblo, que le han dado un aire distinto a esto de las bandas de tambores y cornetas actuales.
Me he dado cuenta que con los años, cada vez me preocupo o intereso menos por los últimos lanzamientos de trabajos discográficos que realizan las bandas de moda, cuando antes esperaba impaciente la aparición de alguno de ellos. He observado que cada vez escucho menos esas nuevas composiciones musicales, y me reitero cada vez más en los clásicos, parándome a disfrutar con cada corchea o redoble, en aquellas marchas que hace ya algunos años me hicieron soñar y estremecer, cosa que las de ahora no hacen.
Supongo que será la edad la que no perdona, y que con el paso del tiempo me vuelvo poco a poco más desconfiado de lo nuevo, y cada vez valoro más lo clásico y añejo, me vuelvo mayor para ciertas cosas, y mi instinto cofrade cada vez retrocede más y más hacia modas que ya lo fueron hacen años, y se aleja poco a poco de algunas invenciones modernas a las que les encuentro poco sentido. Seguramente pecaré de retrógrado o antiguo, pero como en tantas facetas en la vida, me sigo quedando con aquello que me inspiró tantas veces anteriormente. Donde se pongan marchas como Cristo del Amor, Eucaristía, María Santísima del Rocío, Medea, Cristo de la Expiración y un largo etcétera, que se quiten florituras de corneta.
Aún recuerdo con nostalgia aquellas bandas que tanto me acompañaron en mi adolescencia cofrade, aquellas que me abrieron los ojos mientras aprendía bajo los pasos: la Banda del Sol, Cigarreras, La Centuria o las mismas Tres Caídas de los años 90. Vuelvo a repetir que todo aquello que suene tras un paso me gusta, pero es cierto que para mí, en cuanto a marchas se refiere, cualquier tiempo anterior fue mejor.
Aún recuerdo con nostalgia aquellas bandas que tanto me acompañaron en mi adolescencia cofrade, aquellas que me abrieron los ojos mientras aprendía bajo los pasos: la Banda del Sol, Cigarreras, La Centuria o las mismas Tres Caídas de los años 90. Vuelvo a repetir que todo aquello que suene tras un paso me gusta, pero es cierto que para mí, en cuanto a marchas se refiere, cualquier tiempo anterior fue mejor.
Verdad verdadera... Si la innovación trae consigo la desaparición de lo que nunca ha dejado de estar bien, yo tampoco la quiero.
ResponderEliminar¿A que da de sí el facebook?. jajajjaja. Tú si que sabes, gorrión...
ResponderEliminarno puedo estar más de acuerdo.
ResponderEliminarMonaguillo, esperaba que te dieras por aludido, jajaja, llevo tiempo barruntando el tema de las marchas y aquello me inspiró.
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