La Cuaresma avanza impetuosa entre ensayos, pregones,
carteles, besapiés, besamanos y un sinfín de actos que han repletado las
agendas cofrades en este primer fin de semana tras el Miércoles de Ceniza. Y es
que en época cuaresmal los sentidos se sensibilizan entre tanto acto cofrade, y
se percibe en el ambiente la pronta llegada del Domingo de nuestros anhelos.
Las calles se llenan de parihuelas de ensayo, incluso obstaculizando de más el
malogrado tráfico en pleno barrio del Realejo, pero eso es otra historia que
destacaremos en otro momento.
Hoy quiero hablar de costaleros, de chicotás que
se me han quedado para el recuerdo, de marchas que vienen a morir con un
"vámonos de largo" de manera majestuosa. Este fin de semana ha sido
uno de los más completos que recuerdo en mis años de costalero, con dos ensayos
soberbios con marcado sabor realejeño. Desgraciadamente, uno no siempre se va a
casa después de terminar un ensayo todo lo contento que quisiera, a pesar de
haber estado haciendo lo que más te gusta. Hay veces, que las cosas no salen
como uno desea bajo los palos, pero no fue para nada así en sendos ensayos este fin
de semana.
Tanto en la noche del viernes, como en la
primaveral tarde del sábado, pude disfrutar y tanto, de un par de ensayos
colosales, de esos que te hacen regresar a casa con un sonrisa de oreja a
oreja, con el toque del llamaor aún sonando en mis adentros. Dos cuadrillas
serias, muy concentradas en la labor de lo que un costalero debe hacer bajo un
paso, cumpliendo cada cual con su cometido, siempre arriba los zancos y
empujando fuerte la madera. Así da gusto vestirse de costalero.
La noche del viernes, a pesar de envolvernos con
su frío habitual en estas fechas, transcurrió plácida y soberana. Los cuarenta
costales que repletan las trabajaderas de su parihuela, se aferraban fuertemente
al palo para levantar al cielo de las calles del centro granadino con grandeza. Sublimes esas
impetuosas levantás, que venían acompañadas de sones de agrupación conjugándose
a la perfección con el rachear de pies sobre la calzada, siempre los tíos
arriba, siempre corazón bajo las tablas.
Creo que se está experimentando un antes y un
después de la charla, incisiva pero necesaria, del capataz a la cuadrilla antes
de comenzar los ensayos de este año. La gente está cogiendo conciencia de lo
que significa ser costalero, y de la voluntad y sacrificio que conlleva esta
labor debajo de un paso, sea el que sea. Se está fraguando una gran cuadrilla a
base de mucho trabajo, el cual habrá que seguir realizando porque lógicamente,
a pesar de la notable mejoría que estamos experimentando, queda mucho trabajo
por hacer y mucho que mejorar. Aún así, recibo con satisfacción que después de
tantos años bajo este paso, las cosas empiezan a hacerse bien, destacando la
actitud tan positiva que va adquiriendo la cuadrilla.
Y la tarde del sábado, otra lección de costalería
al más puro estilo de la Cena. No hay mayor placer para un costalero, que poder
emborracharse de kilos a través del palo, cuando estos están en su sitio y van
bien acompasados con costeros e izquierdos, por ejemplo. La calurosa tarde
comenzó con los bocados de sol que acechaban las trabajaderas, para acabar
pasando por algunas anécdotas algo surrealistas para un ensayo. Pero a pesar de
ello, el buen oficio costalero de esa excepcional cuadrilla, dejó el listón muy
alto, siempre empujando con fuerza y trabajando a compás cada marcha que
sonaba. Cada vez estoy más satisfecho, de haber tomado el año
pasado la decisión de formar parte de esta cuadrilla tan unida y formada, y con
un talento humano excepcional, por lo que me alegro de que esa decisión fuese
tan acertada. Llegué a la Cena buscando eso, y cada día que pasa estoy más contento
por ello.
En fin, espero se repita un fin de semana tan
completo y repleto de momentos memorables para mis recuerdos bajo las
trabajaderas, aunque sólo pertenezcan a ensayos. Por ello, mi gozo aumenta
conforme pasan los días y se acerca la Semana Santa de este 2012, porque pienso
que a nivel costalero, puede ser un año memorable y para el recuerdo. Espero
que así sea y pueda disfrutar al máximo de mi acercamiento con Dios a través
de los pasos.
Ay si el Domingo se hubiera ganado.....fin de semana pluscuamperfecto
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