Cuando uno se levanta un lunes por la mañana, siempre tiene una extraña sensación de ahogo y amargura a causa del inicio de semana. Es el punto en el que el fin d semana terminó, comienzan de nuevo las obligaciones, y el tiempo de descanso y diversión llegaron a su término. Pero no todos los lunes son fatídicos, quitando aquellos en los que uno está de puente o vacaciones, hay un lunes al año en el que merece la pena verlo llegar, un lunes que alegra el alma y los corazones, ese es el Lunes Santo, tan esperado por los cofrades durante el año.
Pues si, el Lunes Santo se recibe con gozo y júbilo en Granada, al llegar la tarde a muy temprana hora de la misma se pone en la calle el mismísimo barrio del Zaidín, los Dolores atraviesan la Carrera tiñendo el Darro de color asalmonado, el Realejo se viste de gala con el Huerto y San Agustín envuelve a Granada en negro silencio. Pero allá por la Magdalena, hay un hecho que hace que el Lunes Santo provoque mi deseo, que la tarde se llene de púrpuras, caoba y plata, el Rescate saldrá a la calle y eso hace que ese lunes sea especial y añorado durante todo el año.
Será la imagen de Jesús Rescatado por las calles de su barrio de la Magdalena, la que enturbie mis más profundas dudas, la que aclare aquellos anhelos que siempre tuve por la belleza de su rostro. Será ese rostro de barbilla afilada, obra cumbre de los Mora, la que inspire mis más íntimas devociones, la que erice mi piel ante su paso solemne, esa imagen vestida de terciopelo con castillos y leones bordados en oro.
Me gusta verlo salir a sones de Saeta, pasearse por su barrio, pero me gusta recogerlo al caer la noche por la Plaza de la Trinidad dando ya sus últimas chicotás. Ahí donde el costalero coge aliento, donde el capataz ya ha perdido el miedo, allí donde le espera la gente de su barrio, porque allí comienza el regreso a su Templo. Me gusta acompañarlo y disfrutar de grandes amigos que lo llevan muy adentro, aquellos que con los años me han ido enseñando a quererlo, seguir su estela de cirios nazarenos tras saetas a su encuentro. Es allí a escasos metros del final del Lunes Santo, donde el Señor fue Rescatado, y como no, cada año sueño con ese momento y con esas manos.
Y será sobre sus impresionantes andas,donde el Señor del Rescate pasee sus maniatadas manos con el rostro amoratado,serán los cuellos de sus fieles, en donde se borden la Christi Passio, y será en Granada, donde a sones de agrupación Jesús será Rescatado. Cuanto amor y dulzura transmite su rostro, ya que a pesar del dolor y las heridas hará más grande para todos, uno de los días más feos del año, porque será Él, el que haga grandioso el Lunes Santo.
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ResponderEliminarGraciasssssssss....