Hay momentos durante una procesión que pueden escapar al ojo del observador, piezas minúsculas de un paso imposibles de ser tenidas en cuenta si no es mediante un estudio exahustivo de la pieza. Hay veces que se dan circunstancias curiosas o llamativas dignas de ser captadas para siempre por el objetivo, o simplemente, un rostro esculpido hace siglos que expresa la pasión y devoción de una parroquia, un barrio o una ciudad entera.
En general, son detalles recogidos por mi cámara a lo largo del tiempo que paso entre imágenes, pasos, bandas o cortejos, aquellos detalles en los que me inspiro para llenar de instantáneas y palabras este blog descriptivo de mis sentidos.
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