Hace ya cerca de veinte años que un grupo de jóvenes se congregaban en torno a la música en un barrio más que humilde y poco cofrade. Por aquella década de los noventa, en torno al colegio Luz Casanova de Cartuja, se forjaba el sueño de un grupo de chavales que con tambores y cornetas manifestaban su voz más cofrade. Poco después, pasó a ser agrupación musical, y la carrera de esta modesta banda comenzaba lo que fuera una de las singladuras más bonitas de la música cofrade en Granada. Rodeada siempre de juventud, ha sido escuela incansable para unos niños que eligieron encomendar su tiempo en la música de Dios. El titánico esfuerzo realizado por su actual director durante tantos años, ha ido transformando a niños y jóvenes rebeldes en disciplinados músicos amantes del instrumento y de lo que ello conlleva.
Ese ha sido el arduo trabajo llevado a cabo por Felipe Cañizares, que durante tantos años lidió con esa chavalería, inculcándole unos valores y un gusto musical inusual en jóvenes de esa edad. Y es que el nombre de la banda va muy ligado al de su director, hipotecando todo su tiempo libre a esa pasión cofrade. Y el trabajo bien hecho tuvo su recompensa en el tiempo, en el año 2004 la agrupación Luz Casanova se adhería a la popular Cofradía de la Cañilla en el Realejo, adquiriendo entonces el nombre de uno de sus titulares, el "Dulce Nombre de Jesús".
Y fue ahí donde comenzó una relación de integración de la banda en la vida de la hermandad. Durante estos años hemos podido presenciar como muchos de esos niños que llegaron entonces, han ido creciendo convirtiéndose en hombres fieles a los titulares que representan por toda la geografía andaluza con sus sones. Quizás no sea la banda de moda en Granada, ni la más puntera, ya que todos conocemos cómo se mueve el mundo de las bandas en nuestra ciudad, pero su constante trabajo durante muchos años les ha hecho consolidarse como una de las mejores y más estables de nuestra Semana Santa. Hemos visto como muchas de las bandas de Granada han ido desapareciendo, o cambiando continuamente de hermandad, unos años estaban abarrotados de gente y al siguiente abandonaban la banda para irse a otra que estuviese más de moda. Incluso muchas de ellas, se han pasado años portando el nombre de unos titulares, a los que no se sentían para nada unidos ni identificados.
He ahí donde radica el mérito de esta joven agrupación musical, que a pesar de los años, sigue escalando poco a poco peldaños de calidad, mejorando cada año, lidiando con la pérdida de jóvenes que una vez enseñados desean abandonar para irse a esas bandas de moda. Pero ellos han ido instaurando una forma peculiar de trabajar, son considerados por sus miembros como familia, y se han volcado de una forma admirable con su hermandad, siendo todos ellos hermanos y formado parte activa de la misma en cultos y actividades como el que más. Han pasado, a formar una parte más de la estructura de la hermandad, devotos incansables de sus titulares durante todo el año.
Como costalero de la Humildad, he podido vivir como cada año han ido progresando tras el paso, dejándose la piel y el labio con cada compás musical. He podido vibrar con los sones de amor que dedican a su titular, cómo se han ido superando sorprendiéndonos cada vez más. Hay una fusión evidente entre la cuadrilla de la Cañilla y su banda, hasta el punto que no me imagino mi Cristo por las calles de Granada sin unas plumas moradas detrás haciéndole andar. Son la música de nuestros corazones en el sueño del Martes Santo, son pieza imprescindible del compás cañillo. No me puedo imaginar, el gozo de la calle Jesús y María sin sus redobles de tambores y solos de trompeta, esas lágrimas de sus miembros derramadas cuando los zancos del paso se arrían dentro de Santo Domingo.
El Domingo de Resurrección alcanzan el colofón a su gran semana, poder dar notas musicales a la ilusión de la juventud cofrade, a la cantera costalera de Granada. Será su titular el que de sentido a sus marchas, allí donde surgió esta relación de hermandad, será allí donde la juventud musical de la banda se funde con el futuro costalero de nuestra Semana Santa. Han ido dejando huella con multitud de marchas dedicadas a titulares de nuestra ciudad, pero sobre todo, a los de su hermandad.
Creo que, en mi humilde opinión, es una banda que está infravalorada, que su calidad musical sobrepasa las espectativas que mucha gente tiene en ella, llegando a estar mejor considerada fuera de nuestra ciudad. A parte de acompañar al Señor de la Humildad y al Dulce Nombre de Jesús, hace lo propio en varias hermandad de la ciudad de la Alhambra, como lo hacen con la Hermandad Universitaria y la Ferroviaria. Así mismo, acompañan a otros titulares por la provincia de Granada y por varias capitales andaluzas, como es el caso de la Hermandad de la Cena de Málaga.
En fin, como cofrade y costalero me siento muy orgulloso de contar con una banda tan entrañable y con una trayectoria tan bonita como la de ellos. Espero que sigan trabajando como hasta ahora y sigan teniendo en su corazón al Cañillo que los guarda y acompaña en cada actuación, y que ojalá que durante muchos años podamos seguir escuchando Al Señor de la Cañilla a la salida de nuestro Cristo, notas que cada uno de nosotros guardamos de forma muy especial en nuestro corazón. Por todo ello, gracias.
P.D.: A todos aquellos que desde el trabajo hacen posible que la música del Señor suene de manera celestial, tal y como merece.
que bonito, enhorabuena!
ResponderEliminarSoy una componente de la banda la verdad es que motiva mucho ojala que todos los martes san tos vayamos detrás de nuestro señor Canillo nosotros tambien admiramos vuestro gran trabajo y vuestro esfuerzo Un Abrazo muy fuertee
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