Se sufrió tal y como se esperaba, y hasta el último minuto del descuento del último partido, lo pasamos de infarto con nuestro Granada C.F. Las cosas pasaron de estar bastante calmadas y tranquilas para las aspiraciones rojiblancas, a debatirse entre la vida o la muerte en los últimos instantes del partido frente al Rayo Vallecano. Y es que perdimos, pero aún así, pudimos ser merecedores de la categoría a pesar de la injusta victoria que el Rayo nos propinó de manera ilegal en el tiempo de descuento.
Pero a pesar de la derrota en Madrid, en esos últimos instantes de partido, aquellos en los que agónicamente pudieron servirnos para descender de categoría, un flamante delantero, digno de los mejores jugadores mundiales en este momento, nos dio la salvación. Tendría que ser Falcao el que diese la victoria al At. de Madrid frente al Villarreal, con un potentísimo cabezazo en los minutos finales del partido. Del otro partido decisivo para nuestras aspiraciones, prefiero no hablar, el Zaragoza puso toda la carne en el asador, y sabe Dios dónde más, para ganarle el partido a un impotente Getafe, que nada pudo hacer frente al árbitro y el equipo maño.
Así se nos fue la última jornada de la temporada, una temporada que se nos va llena de alegrías y sinsabores. Uno de los aspectos más positivos de este año, ha sido del pedazo de afición que demostrado tener la ciudad por el buen fútbol, y dejando a parte los desalmados de cada domingo y paraguazos varios, ha sido ejemplar el apoyo que el equipo ha tenido de principio a fin por parte de su afición. Y es que las ganas después de tantos años lejos de la 1ª división, han hecho llenar el ampliado Estadio de Los Cármenes casi cada domingo, excepto en aquellas jornadas en las que horarios absurdos y precios astronómicos lo impidieron.
Se vivieron momentos históricos en el Bernabéu por el apoyo de la afición rojiblanca, se puso contra las cuerdas al Barcelona en el Camp Nou, y en campos legendarios de la categoría como el Sánchez Pizjuan y San Mamés, por el resultado. Se supo estar a la altura de todos los rivales que nos visitaron, y quizás faltó un poco más de empuje en aquellos campos en los que jugamos como visitantes, sobre todo, ante rivales directos. Aún así, no se puede pedir más, debido al limitado plantel con el que contábamos, unas veces por el número de efectivos que rondaban la enfermería, y otras por la carencia de calidad de la plantilla en ciertas ocasiones.
Vivimos el desafortunado adiós de Fabri, entrenador que pasará a la historia por el doble ascenso de categoría, pero que seguramente no tendría que haber entrenado nunca al equipo en Primera. Se ha de agradecer eternamente su labor al frente del equipo granadino, pero siempre he pensado que no era entrenador para el Granada en la máxima categoría, su hacer más que rancio y añejo, acabó con la paciencia del aficionado y sobre todo de su propio plantel, provocando finalmente su destitución por la directiva del club.
Con la llegada de Abel Resino al banquillo, se le dio al equipo el aire fresco que necesitaba, y la actitud de jugadores y el planteamiento sobre el césped, fue cambiando con el transcurso de los partidos. Mala suerte tuvimos en el capítulo de las lesiones, siendo varios jugadores de peso los que tuvieron que abandonar forzosamente la temporada con el equipo. Sobre todo, las bajas de Roberto en la portería y de Fran Rico en la batuta del centro del campo, así como las de Diakhaté y Yebda en momentos decisivos de la temporada, mermaron a una plantilla, que prácticamente nunca pudo contar con su alineación de lujo en ningún momento.
Ha sido un año especial por supuesto, en el que hemos vibrado por fin con el fútbol de élite, demostrando que en esta ciudad el campo se nos queda pequeño. Aunque he de reconocer, que a pesar de los grandes equipos que nos han visitado, el espectáculo con el que pudimos disfrutar el año pasado en 2ª, se me antoja inigualable comparado con el de este año. Cierto es, que la campaña pasado íbamos de equipo favorito, y en esta de equipo pequeño, y no es lo mismo.
CONTINUARÁ...
Ha sido un año especial por supuesto, en el que hemos vibrado por fin con el fútbol de élite, demostrando que en esta ciudad el campo se nos queda pequeño. Aunque he de reconocer, que a pesar de los grandes equipos que nos han visitado, el espectáculo con el que pudimos disfrutar el año pasado en 2ª, se me antoja inigualable comparado con el de este año. Cierto es, que la campaña pasado íbamos de equipo favorito, y en esta de equipo pequeño, y no es lo mismo.
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