El "amauramiento" (la maldición del costalero)

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Hay un estudio científico bastante riguroso realizado sobre una muestra muy amplia, unos cinco mil costaleros, que nos dice que el envejecimiento progresivo del sujeto como costalero es directamente proporcional al deterioro corporal del mismo, es decir, el fenómeno popularmente más conocido como el amauramiento. Este estudio realizado por los científicos de la Universidad de "mi casa" han llegado a la conclusión que cuantos más años pasan, más maúro se encuentra uno.

Y es que el otro día me dio por rebuscar en el pasado buscando archivos y fotos antiguas, en las que me encontré con una serie de instantáneas que mostraban mi primer año como costalero hace ya algunos años, y cual fue mi sorpresa al recordar el tipín que entonces conservaba. La verdad es que, el recordar aquellos momentos fue bastante emotivo, pero no solo me sorprendió ver el estado de mi cuerpo por aquellos entonces, sino que empecé a observar el del resto de gente que me rodeaba en aquellos momentos. Las fotos fueron evolucionando en el tiempo y observé que lo mismo que mi cuerpo sufría con el paso de los años, el de la mayoría de aquella gente que me acompañaba acusaba el mismo perjuicio corporal. Los kilos se iban sumando foto a foto, las arrugas apareciendo, algunos sumaron gafas a su rostro, y de la pérdida de pelo prefiero no pronunciarme, ya que ha sido lo único en lo que me ha respetado esto que yo llamo, la maldción del costalero.

Y lo cierto es que donde más noté este cambio tan certero fue en el ámbito de los costaleros. Cada vez que me encontraba con fotografías donde aparecian ellos, el cambio resultaba evidente con el pasar de los años, yo el primero. Es verdad que la gente con los años se va deteriorando, pero parece ser que el mundo del costalero ha sido mucho más castigado. Ya se que hay gente que se sigue cuidando, y no podemos generalizar, pero creo que hay una gran mayoría de ellos, que han visto cambiar su cuerpo de una manera más rápida que el resto.  Todos tendemos a engordar con la edad, o a la pérdida de pelo, pero si te fijas en el gremio de los futbolistas, no es castigado con tanta crueldad como el nuestro, al ejemplo están Guardiola o Míchel, que como el buen vino, con el paso de los años van mejorando su cuerpo. Sálvese excepciones como Onésimo, el cual parece ser que ha sido castigado con la maldición del costalero.

Pensando intento buscar una explicación al problema, ¿será que sale una cana prematura con cada esfuerzo bajo los pasos? ¿Que cada noche de cervezas con los compañeros acaban redondeando cada vez más nuestros cuerpos? Le doy vueltas y vueltas al teorema y no encuentro explicación del porqué de este amauramiento del costalero. Las ropas de trabajo en los pasos hay que cambiarlas todos los años antes de que los pantalones en una arriá hagan estragos ( ¿a quién no le pasó eso alguna vez?).

Echo la vista para atrás y es cierto que los costaleros sufrimos este detrimento, pero aunque no le encuentre una explicación científica, bendita maldición la nuestra que tenemos que pagar con nuestros cuerpos, a cambio de poder estar ahí debajo, que perdure por muchos años y ojalá perdurase eterno.

En fin, que habrá que aguantar este lastre nuestro, y os voy dejando que me espera las cuatro hojas de lechuga que me tocan hoy por almuerzo. Que si me he puesto así es por la maldición esta del costalero, no por comer ni beber como lo hago.

Dedicado a todos aquellos, que como yo, con buen humor han sufrido en sus propias carnes el amauramiento del costalero.