lunes, 31 de enero de 2011

CARTEL COFRADIA DE LA AURORA 2011


Y el cartel anunciador de la Coronación Canónica de María Santísima de la Aurora:

EL PARTIDO DE LA ILUSION

La verdad que uno lleva ya muchos años con la ilusión de disfrutar del auténtico fútbol, de vivir el ambiente de las grandes citas, de pasar la noche con el gusanillo por el partido del día siguiente, uno llevaba mucho años queriendo disfrutar de una mañana como la de ayer. Con la vuelta del equipo a la 2ª división del fútbol español estas sensaciones están cada vez más cerca. Atrás quedaron las penurias pasadas en campos sin casi gradas para los espectadores, sin instalaciones en condiciones, atrás quedaron los patatales de pueblos perdidos, ahora el Granada se encuentra por fin donde merece estar, por categoría como ciudad, por historia y sobre todo por su afición. Una vez superadas las interminables campañas en categorías imposibles de abandonar o los descensos administrativos por la incompetencia de los que nos dirigían, por fin, podemos hablar de disfrutar algo del fútbol de alto nivel, y eso tuvo su máxima expresión ayer, en esa inolvidable mañana.

Ya a primeras horas de la mañana, la tímida aparción del sol entre las nubes aguraba que nos esperaba una cálida mañana, y no sólo porque la temperatura se incrementó a lo que vino siendo los días anteriores, sino porque en los aledaños del campo se comenzaba vivir el calor de dos aficiones sumidas en la ilusión, dispuestas a dejarse las gargantas animando para que su equipo se proclame vencedor. Una marea verdiblanca inundó las calles zaidineras varias horas antes de la contienda, nunca antes ví en este campo una cantidad tal de afición visitante, y con los béticos la fiesta estaba asegurada. Después del café con periódico y un breve paseo nos adentramos en el templo de la ilusión espectantes de que el marcador situado en todo lo alto del campo nos mostrase un resultado a favor.


No hay que olvidar que este año para lo que nosotros cuenta realmente es la permanencia, con el trabajo y esfuerzo que nos costó el ascenso no es preciso olvidarse ahora de dónde venimos y porqué. Así que siendo sincero en mi reflexión, e imagino que en la de muchos, me daba por satisfecho con lograr un empate ante el Betis campeón, líder de la categoría, equipo que venía de ganar al Barça y que estaba demostrando un juego envidiable. Lo cierto, que una vez sentado en mi asiento me sentí totalmente forastero en mi tierra, estaba totalmente rodeado de banderas y bufandas verdulagas que no me dejaban oír los canticos ofrecidos por el campo a mi Granada. En principio no me importó, pues más mérito tendría aguantar a la batalla de cánticos y sones entre aficiones sin en campo contrario me encontraba, pero conforme la situación se fue poniendo tensa mi ánimo de paz y convivencia cambió.

 La primera parte fue bastante tensa por ambas partes, los jugadores sabían que se jugaban bastante a estas alturas de la temporada, y a pesar del planteamiento inicial del Granada la cosa no pintaba nada mal, se absorvió toda intención de jugar por parte del equipo rival y se avisó por el letal contragolpe que mostraron los pupilos de Fabri. Ya en el segundo tiempo la mañana explotó en colores rojiblancos con un gol tras de otro. En tan solo 15 minutos el conjunto rojiblanco noqueó al rival a base de contragolpes y de calidad, mucha calidad la que tienen arriba sus hombres. Los contragolpes protagonizados por Benítez y Geijo acabaron con un rival que venía a este campo a llevarse los tres puntos tan codiciados. La impotencia del conjunto verdiblanco se estrellaba una y otra vez ante la muralla defensiva construida para tal efecto, la afición visitante se impacientaba y comezaron los pequeños altercados.


Es cierto que seguramente me encontraba en la peor situación del campo totalmente rodeado por afición rival, los cuales ante tan inesperado resultado para ellos se fueron calentando a medida que pasaban los minutos en el campo. Algún intercambio de insultos y malos gestos se vieron a mi alrededor, pero gracias a Dios la situación no fue a mayores, con el tiempo el aficionado bético fue asumiendo tal humillación y al final acabamos todos sanos y salvos. La verdad, que tampoco se puede generalizar porque de los miles de aficionados que nos visitaron sólo algunos energúmenos se propasaron en sus maneras, pero de esos hay en todos los campos, aunque seas el invitado. Pero para entonces la afición granadinista acalló cualquier cántigo o gesto verdiblanco con una impresionante ola que invadió cual sunami todo el estadio, la alegría era desmesurada, la afición por fin disfrutaba.



Al fin llegó la explosión esperada cuando sonó el pitido final del colegiado, la afición saltó de sus asientos para ovacionar a un equipo vencedor, a más de uno casi se le escapa una lágrima a pesar de la contención, y por fin pudimos disfrutar en Granada de un partido de la máxima tensión, de un nivel muy superior a los que se suelen ver en 2ª o incluso en 1ª división, porque no nos engañemos, el Betis segurmanente sea bastante superior a algunos de los equipos que regentan actualmente la división de honor. Y que mayor gozo si cabe que haber ganado ese espectacular encuentro de una forma tan clara y aplastante ante el mejor de los rivales.


Gracias al equipo por hacernos despertar de un sueño que por fin ya no será eterno, que se hace realidad, de hacernos disfrutar de grandes tardes de fútbol que tanto necesitaba la ciudad. Gracias por hacer que la gente piense en el Granada como su primera opción futbolística, gracias por hacer que los niños se ilusionen al ponerse su camista del Granada, por todo ello gracias.

viernes, 28 de enero de 2011

GRANDES MOMENTOS COFRADES

El 18 de Septiembre de 2010, con motivo de la Beatificación de la Madre María de la Purísima en el Estadio Olímpico de la capital hispalense, hacía salida extraordinaria la imagen de la Esperanza Macarena para acudir y ser testigo de excepción de tal evento. La imagen salió a la calle abarrotando de gentío la ciudad en todo el recorrido desde la Basílica hasta el Estadio Olímpico, tanto a la ida como a la vuelta, haciendo de este día uno de los momentos cofrades más importantes del 2010. Impresionantes imágenes que nos presentan a la Macarena en su paso de una forma inusual a la que nos tiene acostumbrado, sin varales ni palio. Espero que os gusten las imágenes que recogen la recogía de la Virgen al paso por su Arco, que disfruteis de las imágenes.




EL PARTIDAZO DE LA SEMANA

jueves, 27 de enero de 2011

ORACION EN SANTIAGO

Hay momentos en la Semana Santa de nuestra ciudad a los que uno se abona año tras año, intentando no faltar a la cita. Pues bien, uno de esos momentos tan esperados para el cofrade que suscribe este texto es la llegada de la Cofradía del Huerto a la Calle Santiago, momento estelar para sus hermanos y para todos aquellos que nos apiñamos en aceras y balcones para contemplar el trascurrir de los últimos metros que sus titulares recorrerán por tan angosta calle el Lunes Santo.




Una vez pasada la media noche, a caballo entre el Lunes y el Martes Santo hay un barrio que recobra todo su esplendor adornado de incienso, cera y flor, y con tambores y cornetas rompiendo el alboroto cogregado a ras del suelo adoquinado. Por momentos el calor de la gente hace que la calle se estreche, los balcones se acerquen y una fila nazarena abra paso para que el Huerto de los Olivos se instale en Santiago. El incienso vertido endulza el ambiente, como abono para el tronco con ramas de olivo que crece cuando es plantado en el barrio acaparando todo su ancho. Entre los tejados Él mira hacia el cielo con gesto derrotado  y guiado por el Ángel hasta encontrar el haz de la luna,  desiste dejando caer el peso de sus brazos, reza una oración a su Padre pidiéndole que los doce varales de Amargura quepan ante tal estrechura y así poder acompañarle al Convento en el que San Pedro al despertar verá como lo convierten en Reo.




Cuatro zamcos bien fijados miden el largo de la calle palmo a palmo a base de izquierdos, mientras que el ancho se lo dan de costero a costero con el roce de las ramas de olivo en el alféizar de los balcones de Santiago. El ambiente caldeado entre arrumacos de la bulla y por un vaho de esfuerzo costalero que se desprende de los múltiples recovecos del dorado, hacen empañar las capillas incrustadas en el vasto tallado. La fuerte levantá acerca la mirada perdida en el cielo, adentrándose un año más en la claridad que proviene del Comendador Convento, donde las monjas esperan impacientes que el Señor de la Oración vuelva a su regazo, para poder cuidarlo junto a su madre durante todo el año.



Todo ello ocurre en pleno pulmón del Realejo, donde la atenta mirada de hermanos sollozan al ver  que el  Señor que reza en su Huerto va llegando a su encuentro, aunque una voz de Morente quiebra el silencio avisando a aquellos que van durmiendo para que despierten de su letargo, y que vean que Jesús está orando cuando entra por Santiago.


jueves, 20 de enero de 2011

EL VALOR DE LOS RECUERDOS

Nunca tuve la suerte de provenir de una gran familia cofrade que me inculcara desde la infancia el amor por unos titulares, ni una cofradía a la que pertenecer. Nunca tuve una de esas fotos en la que con pocos meses de vida se me impusiese la medalla en la Función Principal de la hermanad, ni tengo en casa guardado mi pequeño hábito de monaguillo de cuando empezaba a salir en algún cortejo. Pues bien, quizás no tuve esos orígenes tan implicado en una cofradía o hermandad desde mi más corta edad, pero si que tuve una infancia en la que desde mi más remoto recuerdo encuentro escenas cofrades, las cuales fueron forjando día a día, año a año el cofrade que hoy en día soy. Como digo, no soy cofrade por pertenencia familiar, pero gracias a mi padre fue creciendo en mí una pasión por todo este mundo. Mi padre era uno de esas personas que yo considero como cofrades no practicantes, es decir, un apasionado por nuestra Semana Santa pero sin pertenecer a ningún listado de hermanos de ninguna cofradía granadina, lo cual no quita que en su juventud hiciese sus pinitos formando parte del cortejo de la Cofradía del Huerto como nazareno. 

Estoy seguro que su pasión por la tradición y la cultura de todo lo que concierne a esta ciudad fue transmitido con los años de manera sabia a todos sus hijos, y entre ellos yo , que quizás sea en el que más profundamente caló ese gusto por lo cofrade. Aún recuerdo el paso de las hermandades por el Pie de la Torre cargados con los bocadillos mochila en mano, y así cada año a lo largo de nuestra infancia. Con el paso de los años e íbamos creciendo los lugares en los que apreciar el paso de palios y misterios se fue diversificando, acercándonos a sus barrios, viéndolas salir, o acudiendo a su encierro. Quizás no viví en un ambiente cofrade los 365 días del año, ni pude realizar mis primeros pasos por el Realejo, pero sí es cierto que desde muy pequeños mi padre nos fue inculcando ese aprecio por todo lo nuestro, por vivir y amar intensamente cada rincón de la ciudad, por ser fieles a nuestras tradiciones, saber apreciar todo lo que Granada nos ofrece.


A mí vienen recuerdos del acercamiento y complicidad que tuve con mi padre cuando se percató del exagerado interés que mostraba por todo lo que estuviese relacionado con la Semana Santa. Pasaba las horas apaleando el cubo de la fregona como si de un tambor se tratase, convencía a todos los niños del barrio para simular un cortejo cofrade por mi calle, y cómo dibujaba hasta la saciedad crucificados, nazarenos y tambores en sus papeles del trabajo. Eso quizás nos unió más a ambos, a veces yo era el único que quería ir con él a ver procesiones y aprendía embobado cada cosa que él me iba enseñando. Fue él el primero que me llevó al Realejo, el que me enseñó a cantarle La Salve al Rosario, el primero en hacerme subir al Sacromonte a ver recogerse a Los Gitanos, a subir al Campo del Príncipe a las 3 de la tarde los Viernes Santo y a apreciar y querer El Silencio.


Y como no podía ser de otra manera, mi padre fue el que me llevó una noche de primavera, casi cogido de la mano, a una casa de hermandad del Realejo situada en la calle Somosierra. Allí fue donde comenzó mi andadura como cofrade practicante, mi primera incursión oficial en una auténtica cofradía, un momento para mí tan esperado. Es cierto que a lo largo de mi niñez mi padre siempre insistió en que saliese de nazareno, pero ya por aquellos años mi mente estaba fijada en otro sitio, yo sólo quería ser costalero, por lo que hasta que no cumplí los dieciseis años no dimos el esperado paso. Me inscribí en la Cañilla porque allí mi padre mantenía amistad con gente de la junta directiva y porque él también amaba ese barrio, pues bien, al año siguiente de aquél momento que cambió mi vida, salí por primera vez bajo las trabajaderas del Señor de la Humildad, y todo fue gracias a él. 

 Al final, con el tiempo, el alumno se convirtió en maestro y mi obsesión por este mundo me llevó a ser yo el que le enseñaba algunos aspectos del mundillo cofrade que a él se le escapaban. A partir de ahí, se volcó siempre con mi pequeña carrera como costalero, no faltó ni un año a ninguna salida y presenció algunos ensayos, incluso cuando fue aumentando mi presencia bajo los pasos. Aún recuerdo, como incluso después de estar afectado por su enfermedad y acompañado de una de esas sillas-bastón nunca falló al encuentro, ni la escasez de las fuerzas mermó un ápice su intención de acudir allí donde su hijo estaba presente bajo las trabajaderas.


Por eso todo se lo debo a él, a mi padre, al que tanto me apoyó, al que me enseñó e inculcó unos valores de los que hoy me siento orgulloso. A veces uno tiene miedo a olvidar, a que se vaya de lo más profundo de tu memoria, por eso hay que darle mucho valor a los recuerdos para que siempre esté presente cada vez que me enfunde mi costal, para que pueda seguir viéndome salir aunque ya no esté presente. Por eso y por todo esta entrada va dedicada a ti, papá.

martes, 18 de enero de 2011

SUSPIROS POR SANTA MARTA

En esta vida hay cosas que con tan solo verlas percibes en ellas de una forma íntima y personal un grado de implicación y corresponsabilidad, cosas que con sólo estar atento a ellas poco más de lo necesario te hacen partícipe de su esencia. Son cosas con las que te sientes identificado nada más verlas, te hace sentirlas sin acercarte demasiado, no es necesario, cosas que te emocionan al instante del conocimiento de su existencia, como si formases parte de ellas a través de los años. Existe algo así en mi recuerdo sevillano, algo se retuerce en mi interior al recordarlo, se hace partícipe de su esencia con tan solo mirarlo y vienen a mí multitud de sensaciones que me inspiran estas palabras hacia el misterio sevillano. 

Y digo esto porque está dedicado para el que es para mí el misterio de Sevilla por excelencia, la esencia misma entre lo sagrado y lo humano, la esperanza puesta en el bendito Traslado, en una lágrima de Santa Marta sobre la sábana blanca que mece su cuerpo de Caridad sobre los brazos de José de Arimatea y Nicodemo. Mientras María Magdalena busca consuelo en las Penas de su Señora, San Juan Evangelista observa como una gota de sangre derramada entre los dedos del Señor otorga la vida en forma de rosa pasión con la esperanza de la vida en el Sepulcro tras la Resurrección.

Ese Traslado acompasado por el rachear de sus pasos transcurre desde San Andrés en plena tarde de Lunes Santo. Y aunque el sol irradie una luz cegadora desde lo más alto, una nube de incienso envuelve el dorado de su paso, haciéndolo deterse tan sólo, el trascurrir de tres pasos costaleros tras el golpe fuerte de llamaor, inundando de melancólico recuerdo al más veterano de los asistentes presentes en su Traslado. A pesar de la masificación de gente en calles, plazas y avenidas un silencio sepulcral acompaña el cortejo, roto tan sólo por el quejío de contínuas saetas que osan cantarle a una imagen muerta, con la voz esperanzadora de que que volverá entre nosotros.



Sin duda, la mano maestra de Ortega Bru supo expresar con suma perfección un rostro tan expresivo y maltratado, así como su cuerpo desnudo y ensangretado reflejando el tono nacarado que su piel va dejando a su paso. El liviano peso de su carga es soportado por premonitorias manos camino del Sepulcro en el que será sepultado. Todo ello envuelto por la desazón de la pérdida del aquél que algún día fue humano, hijo de carpintero, y que ahora será trasladado tras su muerte entre campos de iris morados con un larvado sentimiento de culpa de aquellos que no le creyeron.

Cómo me gustaría que en un domingo cualquiera de Cuaresma acercarme bien temprano a un bar de añejo barrio céntrico y sevillano y decirle a un Villanueva que el aquí presente se fajaría un Lunes Santo para portar la sangre derramada en su Traslado, y así paladear su silencio ensimismado y poder trasladarlo al Santo Sepulcro donde descansará y resucitará entre todos los humanos.


miércoles, 12 de enero de 2011

GRANDES MOMENTOS COFRADES

Nueva entrega de la sección Grandes Momentos Cofrades en la que hoy recordamos la Coronación Canónica de Santa María de la Alhambra. El 21 de Mayo del 2000, Granada se echaba a la calle para ver la primera coronación canónica de una imagen de Semana Santa. La reina alhambreña era coronada en la Catedral ante los ojos de toda la ciudad y a manos del Arzobispo en aquél momento, Rvdo. Antonio  Cañizares Llovera. Aquí os dejo un montage que resume aquellos momentos tan importantes escritos en páginas de oro en el libro de la historia de la Semana Santa granadina.


viernes, 7 de enero de 2011

RECUERDOS DEL CAMINO (1ª Parte)

Aquí os dejo algunas de las instantáneas que pude ir sacando en lo que fue mi primer camino entero a la Aldea del Rocío. Espero que os gusten.











































miércoles, 5 de enero de 2011

CARTA DE UN COSTALERO A LOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos:

Este año he sido muy bueno y me he portado muy bien, he cumplido como es debido bajo los pasos, siempre obediente a mi capataz, echando una mano al compañero que llevo a mi lado, no he faltado a ningún ensayo, cumpliendo en igualás, traslados y retranqueos. Sin duda cabe que fui a todas las reuniones de las cuadrillas y aporté todo lo que estuvo en mi mano siempre positivamente. Llegué antes de hora a las igualás de los ensayos, y siempre que pude invité a una cerveza a un hermano sediento. Por todo ello te escribo esta carta llena de deseos para este año, los cuales espero que se cumplan a este humilde costalero.


A vuestras Reales Majestades os pido igualás perfectas donde cada uno coja sus kilos, compañeros alrededor que den el dó de pecho en esos vitales momentos, que desborde la amistad y el ambiente que hasta ahora me acompañó entre las trabajaderas bajo los pasos. Me gustaría esa ropa perfecta cual prolongación de la piel bajo el palo pareciera, esa morcilla que tanto soñé, ni muy gruesa ni muy fina, lo justamente extensa para que me llegue de oreja a oreja. Quiero pedirme esas alpargatas que tanto se me agarran al pie, esas que al rachear se cree esa sinfonía que tanto me gusta.

También desearía para este año queridos Reyes Magos costeros fijaitos al palo, zancadas fuertes siempre de frente, levantás de infarto y arriás que posen a los pasos sobre el asfalto. Desearía mucho una revirá eterna, de aquellas que te llevan a la gloria, recogías con mucho calor, y bullas infinitas que sepan apreciar el arte bajo los pasos. Quiero rozar los faldones con mis dedos desde el interior, oler a rosas, clavel y jazmín, escuchar el llamaor haciendo eco en el alma, voces de capataz y aplausos por plazas abarrotadas. Quiero volver a estar debajo, cerrar los ojos y que el olor a madera e incienso se impregnen en mi piel. guiando ellos mis pies bajo los pasos.


Y ya puestos a pedir, siempre deseé un palio alto y ancho, cargaito de bambalinas de esas que añoro tanto. Un misterio dorado con todas sus figuras y cartelas andando por adoquines de barrio, y un silencio enmudecedor de multitudes a su paso, un tambor ronco por Plaza Nueva, y su Madre ante un Cristo de piedra el Viernes Santo. Desearía ver cientos de velas acompañándolos, capirotes por doquier muy bien apilados, un rastro de cera sobre el asfalto, y el sonido de cornetas y tambores chirriando tras los pasos.


Ya se que he pedido muchas cosas queridos Reyes Magos, así que en mí queda ese deseo tan extenso, vosotros poned lo que esté en vuestra mano que yo para el resto ya me lo iré currando. En fin, que espero ésta sea una noche mágica para este humilde costalero, y por lo menos al acostarme siempre quedarán los sueños. Dejo en la ventana mis alpargatas de costalero para que os guieis hasta mi hogar y podais convertir en regalos mi más soñados deseos.

Feliz noche de Reyes a todos.

lunes, 3 de enero de 2011

EL AÑO QUE SE NOS VA

Para empezar, pedir disculpas por la falta de actividad en el blog durante estos días navideños, pero he tenido unas vacaciones moviditas en todos los sentidos, lo cual me ha hecho no disponer de mucho tiempo para disfrutar con vosotros bajo la luz del guardabrisas, así que desde aquí me gustaría desearos una feliz entrada de año, y que el mismo se desarrolle de la forma deseada por todos vosotros.

Echando la mirada atrás, he de decir que en el balance anual que hago en mi vida ha sido bastante positivo. La verdad que ha sido un año de bastantes cambios en lo personal, pero casi todos ellos han sido positivos en su totalidad, ya sean tanto en el ámbito laboral como en el emocional, siempre han servido para avanzar e ir consiguiendo los objetivos que me he ido marcando en la vida. Todas estas cosas logradas a lo largo de este año han sido conseguidas con esfuerzo y ahínco en todo aquello en lo que creo y quiero conseguir. Así que no me puedo quejar si digo que este año no fue nada malo para mí, pero sobre todo me satisface ver como aquellos seres queridos que me rodean están bien, gozan de buena salud y siguen para adelante con sus vidas de una manera más que digna.

Es cierto, que si para mí el esfuerzo y el trabajo tuvo sus recompensas, la situación general en el país no puede ser tan optimista, ya que este año ha servido para confirmar una vez más la lamentable situación económica en la que nos encontramos sumergidos, y que hace que muchos estén pasando por una situación mucho más precaria de lo que estaban hace un año. La incompentencia de la clase política de este país por sacarnos adelante, mezclado por una descofianza total del ciudadano de a pie en el sistema, hacen que éste se resquebraje poco a poco, dejándonos en una situación poco favorable para todos. Ha sido un año de declive económico y social, en el que las disputas entre políticos de distinto signo no hacen sino agravar el decepcionante panorama en el actualmente nos encontramos.


He de decir, que hubo momentos en los que determinados logros deportivos nos hicieron capear el temporal, por lo menos por un tiempo. La victoria de la selección española y el ascenso del Granada han sido de los más destacado del año, haciéndonos vibrar y sobre todo haciéndonos olvidar las penurias que muchos están pasando. Aquello que ahora llamamos "La Roja" hizo que por primera vez en este país todas las voces se unieran por un mismo objetivo, sin distinguir gente por sus colores, sus lenguas o lugares de procedencia. Se consiguió que por fin no existieran autonomías ni regiones, que todos estuviésemos orgullosos de vestir una misma camiseta, y que por fin pudiésemos ondear millones de banderas rojas y amarillas sin temor y sin complejos de ningún tipo. Como un grupo de humildes chavales nos hicieron tocar la gloria por momentos, y sacar pecho cuando en cualquier lugar del mundo nos preguntasen de donde procedemos, y poder contestar con orgullo,  yo soy español.




Lo del equipo rojiblanco fue parecido o mejor, la historia por fin hizo justicia con una afición y una ciudad abandonada a la suerte, y que por fin con el ascenso se consiguió volver a poner a Granada en el mapa futbolísitico de este país. Poder ver a este equipo cargado de ilusión rondar por la división de plata, enfrentándose a equipos legendarios, y responder dignamente a las espectativas que en él se están poniendo, hacen surigir en el interior de uno un sentimiento intenso por esos colores rojiblancos siempre horizantales.


 En cuanto al mundo cofrade todo sigue su rumbo, es cierto que este año que se nos va quizás si fue un poco más duro para mí al no poder contemplar el rostro del padre misericordioso a través de un friso de claveles rojos sangre de toro. Fue la única espinita clavada que me dejó el año, debido a que la salud en una de mis piernas me dejó mermado, y solo pude disfrutar de su Humildad sobre la cerviz, aunque me hizo disfrutar por los dos con toda esa gente que me rodea  bajo el paso. A pesar de los cambios experimentados en la dirección de la cuadrilla, el año se saldó con balance positivo, con muchas cosas mejorables, pero con una muy buena sensación bajo los faldones, que espero sea el comienzo de algo grande bajo esas trabajaderas, esa es la actitud.


La verdad que si tuviese que rememorar todo aquello que se desprende de mi memoria a lo largo de este año no acabaríamos nunca, así que me he limitado a exponeros un poco por encima aquello de lo más reseñable del pasado año sin entrar en muchos más detalles para no hacerme eterno.
Solo quiero desde aquí, deparar a todos aquellos que me seguís bajo esta luz, que el año en el que ya nos encontramos os traiga todo aquello que buscais y deseais, que la felicidad inunde vuestros hogares y corazones, y que si dios quiere podamos verlo todos bajo esta aunque tenue intensa luz, la luz del guardabrisas.

Feliz año a todos y suerte.